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Recomendaciones para rendir un examen oral

Exponer tus conocimientos cara a cara con el profesor puede generar muchos nervios y dudas. Consejos para hacerle frente a esta instancia

El salto a la universidad requiere, entre muchas otras cosas, tener que hacerle frente de forma regular a los exámenes orales. Y esto implica todo un reto para muchos estudiantes que se sienten confiados en la modalidad escrita, pero temerosos y dubitativos cuando deben explicar la materia cara a cara con el docente.

Lo que hay que saber es que esta instancia tiene ciertas particularidades, como el hecho de que casi todos los exámenes son únicos, y en los que el alumno puede manejar en buena medida los hilos de las temáticas abordadas, aunque para eso se requiere de conocimiento y práctica.

Si estudiaste correctamente, el profesor lo notará, sobre todo si no te ponés nervioso. Además si te confundís, podrá hacerte alguna pregunta u observación que te permitirá reaccionar, corregir y demostrar tu domino del tema.

Para hacer llevaderos los exámenes orales y mejorar tus calificaciones, el sitio Estudiantes brindó una serie de recomendaciones a la hora de rendir:

Prepararte adecuadamente: estudiar con tiempo y a fondo cada tema. Hacer luego resúmenes esquemáticos para los repasos.

No aprender al pie de la letra los textos: Lo importante no es saberse todo de memoria, sino haberlo entendido y poder explicarlo sin necesidad de entrar en pequeños detalles.

Autoformulate preguntas solo o con compañeros de estudio: anticiparse a posibles interrogantes que plantee el docente permitirá estar preparado ante todo y tener el examen bajo control, lo que brindará una gran tranquilidad.

Practicar la exposición con terceras personas: tener a alguien enfrente escuchándote es de gran utilidad, sin importar si esta persona sabe o no del tema. Te permitirá evaluar tu claridad expositiva y tu poder de síntesis. No te olvides que el examen durará unos pocos minutos, por ende hay que ser conciso. Además, esta práctica sirve para detectar en qué temas te trabás y evaluar cómo podés salir del esa situación.

Hacer un esquema final con los puntos básicos y las palabras claves de cada unidad, que deben poder encontrarse rápidamente. Servirá a modo de repaso o ayuda memoria mientras esperás afuera del salón a que te llamen.

Al momento de rendir, llegar puntual, incluso con tiempo de sobra si se puede, y bien presentable. Si te hacen preguntas concretas, respondé de forma concreta y utilizando el vocabulario adecuado (ni muy rebuscado, ni muy coloquial). Si te perdiste en la exposición, al final hacé una recapitulación para que todo quede claro. Apoyate en lo que el profesor dijo en las clases y nunca pierdas la cortesía.

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