«Es un honor que una institución tan prestigiosa regionalmente como la CEPAL reconozca una política participativa que implementamos en nuestra Universidad. Este reconocimiento nos compromete más aún. Avanzamos mucho en estos años en políticas institucionales innovadoras en el ámbito universitario: la Agenda 2030 y el Presupuesto Participativo se inscriben en ese registro. Hay que seguir en el camino hacia una institución más moderna, democrática y participativa», señaló el Rector Franco Bartolacci.
Bartolacci valoró el trabajo de «Esteban Serra, que dirigió las acciones y de Rita Grandinetti y Patricia Nari, que planificaron y coordinaron los equipos, talleres y documentos. En su nombre a todo el PoliLab» y añadió que «como consecuencia del debate colectivo de todo un semestre, con la comunidad UNR y la sociedad de Rosario, se establecieron pautas y objetivos de gestión para la próxima década de la Universidad que queremos y debemos ser. Con esos objetivos, direccionamos la gestión para garantizar su cumplimiento. De eso se trata, de definir colectivamente lo que necesitamos y hacer de esas definiciones acciones de gestión».
La Agenda UNR 2030 es un hito
«La Agenda UNR 2030 es un hito en nuestra Universidad, que significa construir juntos, pensar un proyecto para alcanzar un futuro en común. En ese sentido, esto se refuerza con este reconocimiento que nos otorga la Red Académica de Gobierno Abierto», adelantó Rita Grandinetti.
La Red Académica de Gobierno Abierto es una organización internacional conformada por los países de América Latina y España que moviliza acciones vinculadas con la transparencia, la apertura de datos, la participación y colaboración en los organismos públicos. Junto con la CEPAL, decidieron otorgarle a la UNR un reconocimiento por la construcción de la Agenda 2030, que comenzó a realizarse a finales de 2019.
Un jurado internacional consideró que esta actividad conforma una práctica destacada a nivel iberoamericano en cuanto a las acciones que la academia está llevando a cabo en los ámbitos del Estado Abierto y la sostenibilidad. «Nuestra Agenda pone en un norte común los objetivos de la Universidad y su región, y la Red Académica de Gobierno Abierto la valoró como una buena práctica latinoamericana, lo que significa que se pone a disposición de otros organismos y Universidades para que puedan aprender de nuestra experiencia y, a su vez, avanzar en ese sentido en los diferentes ámbitos. Es un broche único al arduo trabajo realizado», explicó Grandinetti.
Construir políticas universitarias.
Patricia Nari subrayó que el reconocimiento pone de relieve esta forma de construir políticas universitarias. «Recordemos que esta es una construcción colectiva que se inició con el propósito de ser una hoja de ruta para la política universitaria de los próximos años. Lo interesante de este proyecto es la forma y el proceso en que se construyó, siendo convocados no sólo los participantes del mundo académico sino que también actores e instituciones de la ciudad».
El propósito fue poner en valor distintos fundamentos que sean constitutivos de la Universidad en el mediano plazo, teniendo en cuenta la responsabilidad que tiene la institución en el territorio y en la vinculación con otros actores claves de la sociedad. «Este reconocimiento facilita y ayuda a visibilizar nuevamente las conversaciones que tuvimos en su momento. Esta Agenda se inició pre pandemia, por lo que es un buen momento para tomar lo que nos pasó en ese período y corroborar si esos cambios y transformaciones que se veían como inminentes, se llevaron a cabo», y agregó: «Desde implementar los trámites administrativos de manera digital hasta pensar una sistema educativo desde la virtualidad, estuvieron contemplados en ese esquema inicial».
En ese sentido, ambas coordinadoras coinciden en la necesidad de contar con una hoja de ruta en un contexto donde los cambios son tan vertiginosos y rápidos. «Es necesario contar con una planificación para que la coyuntura no te lleve por delante. La Agenda 2030 tiene de positivo que es eso: una hoja de ruta que permite orientar las políticas universitarias. Además, poder abrir la conversación hacia fuera de la Universidad fue un proceso muy interesante y enriquecedor para tomar nota de lo que necesita», expresó Nari.
Nuevos desafíos colectivos
El reconocimiento plantea a su vez nuevos desafíos, teniendo en cuenta que este modelo de construcción colectiva es solamente el puntapié en la conformación de políticas universitarias acorde a los tiempos que corren. «Las instituciones usualmente tienen un ritmo mucho más aletargado que la propia realidad, entonces hay que estar preparados para que la Universidad tenga capacidad para detectar los cambios que se vienen y adaptarse a los mismos, imprimiendole un salto de innovación en sus propuestas».
Tanto Grandinetti como Nari forman parte del Centro de Estudios PoliLab, ejerciendo el puesto de Directora y Subdirectora respectivamente. Este espacio de la de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, trabaja a modo de laboratorio de innovación en iniciativas públicas basadas en la colaboración y co-creación social.
«En este momento de reconocimiento y celebración, nos parece necesario agradecer al rector Franco Bartolacci, que tuvo confianza desde el inicio sobre este proceso, y a todo el equipo de la Universidad que acompañó desde sus lugares. También, al equipo del Centro de estudios PoliLab, que diseñó la metodología, coordinó las acciones, sistematizó datos», sumó Grandinetti.
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