Los adolescentes consideran que la escuela secundaria es útil y necesaria, que hay que transitarla y que es la única forma de tener “un futuro”, un “trabajo digno” y oportunidades de crecimiento y de progreso. Estas conclusiones surgen del estudio “Educación de adolescentes y jóvenes: una mirada desde los procesos de diseño y gestión de políticas públicas en la Educación Secundaria Obligatoria. El caso de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos, República Argentina (2010-2015)”, realizado por un equipo de investigación de la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), con el auspicio de UNICEF, y acreditado ante la Secretaría de Investigación de la UCC y el CONICET.
El trabajo analiza las percepciones y opiniones de 375 adolescentes y jóvenes que participaron, con 3.987 intervenciones, en el Foro Virtual La Educación Secundaria y de 1.938 alumnos de tercer a sexto año encuestados por sus profesores.
En general, los adolescentes rechazan las afirmaciones que refieren a que “no hace falta estudiar”, o que “el secundario no sirve para nada”. Por el contrario, reconocen que es necesario, pese a las dificultades por las que atraviesa. “Las razones que respaldan esta valoración se relacionan con la posibilidad de idear un proyecto de vida a futuro, el acceso a conocimientos de cierta complejidad, el desarrollo de habilidades cognitivas”, indica el estudio. Los adolescentes consideran que ir a la escuela es el camino para “aprender cosas” que son relevantes.
La idea de futuro emerge con fuerza. Eso implica la posibilidad de continuar estudios, de saber elegir qué hacer después de la escuela, de conseguir un buen trabajo, calificado y “digno”, que muchos asocian a una mejora significativa de su situación socio-económica.“Muchos piensan que en el secundario no hace falta estudiar. Yo pienso que sí es necesario, ya que es una forma de progresar hacia un mejor futuro y poder alentar a personas para que terminen y puedan estudiar lo que quieren ser, ya sea una profesión o carrera”, indica un estudiante de Córdoba, incluido en el trabajo.
Entre otras cosas, aseguran que lo que aprenden en la escuela los ayuda a “desenvolverse en la vida”, los posiciona de un modo diferente y les aporta beneficios como, por ejemplo, a “no ser engañados”.Gracias al secundario, subrayan, pueden llegar a ser “alguien”. “Completar el secundario es fundamental para ser alguien en la vida. Hoy en día sin el secundario no se puede acceder a ningún puesto de trabajo, o por lo menos ninguno al cual poder progresar”, indica un estudiante de la provincia de Buenos Aires.
En relación con los conocimientos, los estudiantes plantean que el secundario les permite no sólo conocer, sino también comprender, pensar y forjar opiniones propias.“Estudiar nos ayuda a conocer y comprender muchas cosas; aparte de que nos abre la mente y nos ayuda al momento de opinar o dar nuestra opinión, debido a que no podemos opinar de algo que no conocemos”, sostiene otro alumno de Buenos Aires.
Los jóvenes aseguran que las clases tienen que ser dinámicas para ser interesantes, que los profesores deben ponerse en el lugar de los alumnos y que el silencio en el aula es importante para aprender. También creen que las clases son más ordenadas si los docentes presentan los temas de manera atractiva y clara.
“La comunicación es muy importante. Los profesores deben hablar con los alumnos sobre cómo llevan la materia, si entienden la temática. La capacidad del habla es importante para que los chicos entiendan… Los profesores tienen que ser un ejemplo para nosotros. Desde que levanten un papel hasta que vayan vestidos formalmente”, opina Franco Sala (16), de quinto año del Colegio Santo Tomas.
Fuente: www.lavoz.com.ar Imagen: www.gatesfoundation.org
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