La ministra de Cultura, Teresa Parodi destacó que con la apertura de estas nuevas salas, en la antigua construcción que se levanta en el porteño Parque Lezama, se logra «reivindicar a sectores que no siempre fueron ponderados ni visibilizados» como el de «las mujeres que sostuvieron la lucha de este país».
«Los hechos están a la vista» y desde ahora «el público en general, pero especialmente la juventud y los colegios cuentan con estos objetos que hablarán de su propia historia», en un «museo recuperado para todos nosotros», remarcó la ministra.
Las salas inauguradas son la del Período Colonial (siglos XVII y XVIII) en la cual se expone pintura hispanoamericana colonial y objetos de las misiones jesuíticas, las rebeliones andinas y el Virreinato del Río Plata; y la de Tiempos revolucionarios, que va de 1806 a 1820 y reúne objetos utilizados durante las Invasiones Inglesas y la crisis del orden colonial, así como durante la revolución y guerras de la Independencia.
En tanto que la Sala de Asambleas Constituyentes repasa los sucesos más relevantes de la Asamblea del año 13, el Congreso de Tucumán y el Congreso de la Liga de los Pueblos Libres en Arroyo de la China; mientras que en la sala denominada La sociedad porteña en 1810 los visitantes encontrarán medallas, pistolas y objetos de uso cotidiano de ese período histórico.
Esta inauguración forma parte de un proyecto integral iniciado en 2013 con la apertura de la Sala de Pianos, cuando el 75 por ciento del museo estaba destinado al depósito de colecciones; lejos del circuito integrado por las salas San Martín de puño y letra, San Martín interactivo, Tesoros del Museo Histórico Nacional y Vuelta de Obligado.
Desde ahora, los visitantes podrán conocer objetos nunca antes exhibidos como el reloj de pie a péndulo de Bernardino Rivadavia; y otros muy pocas veces expuestos como una de las banderas que utilizó el Regimiento de voluntarios gallego durante las Invasiones Inglesas, acompañados por textos de los protagonistas de cada época.
La bandera de Macha que acompañó a Manuel Belgrano al Alto Perú en 1812 en la lucha contra los Realistas, para algunos la primera insignia patria diseñada como el negativo de la actual, con tres franjas horizontales (blanco, celeste y blanco) es otro de los objetos que el público podrá ver en el museo a partir de ahora.
Una cigarrera de Mariano Moreno; la espada del virrey Cisneros; una pila bautismal utilizada durante las misiones jesuíticas del siglo XVIII; la cruz metálica que precedía la fachada de la Iglesia de la Concepción o el pianoforte de Mariquita Sánchez de Thompson, antecesor de los pianos modernos, donde Blas Parera tocó por primera vez en público el Himno Nacional; son otras de las novedades que encontrará el público en el lugar.
En este marco, la directora de la institución, Araceli Bellota, adelantó que el patrimonio del museo continuará visibilizándose con la inauguración de una sala dedicada a los tiempos federales; otra destinada a los pueblos originarios y otra que avanzará sobre la época constituyente, desde 1853, y las presidencias argentinas; en tanto señaló que «si todo va bien, el año próximo se habrá cumplido el objetivo de poner en marcha el museo».
Fuente: Télam
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