¿Por qué es la matemática, la materia más temida en la escuela? Científicos del CONICET aseguran que sus cualidades no están a primera vista, pero que cualquier persona está capacitada para conocerlas.
No es frecuente escuchar hablar de “la belleza de la matemática”. Sin embargo, los profesionales de esta materia se refieren a ella con pasión y aseguran que el modo en que se la enseña es crucial para que los alumnos la amen o la odien con igual fervor.
Para Pablo Groisman, investigador del CONICET en el Departamento de Matemática de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la UBA y en el Instituto de Investigaciones Matemáticas “Luis Santaló” (IMAS), explica que lo fundamental a la hora de dictar matemática es transmitir el entusiasmo por la materia como, según confiesa, le sucedió a él con un profesor en la secundaria. “A mí me mostraron la parte bella y atractiva, y que es posible apasionarse con ella. Eso hay que enseñar, porque es lo que engancha”, señala el investigador, y asegura, “esta disciplina es sumamente útil para casi todo y también como entrenamiento personal, ya que ayuda a estructurar el pensamiento y formular razonamientos”.
Por su parte Alicia Dickenstein, también integrante del Departamento de Matemática de la FCEN e investigadora del CONICET en el IMAS, señala que “la matemática tiene un lenguaje particular que puede funcionar como una barrera para comprender su belleza”. Sus experiencias con niños y adultos le han permitido apreciar “el placer que genera comprender, anticipar e imaginar matemáticamente”. En este sentido Dickenstein explica que, al contrario de lo que suele pensarse, “no trabajamos con números sino con símbolos que pueden representar distintos números, y nos enfocamos en las relaciones entre ellos y en anticipar su comportamiento”. Entre otras actividades de divulgación, la investigadora ha escrito libros para chicos de entre 10 y 12 años.
También Gustavo Corach, investigador del CONICET y director del Instituto Argentino de Matemática “Alberto P. Calderón” (IAM) destaca otras cualidades de la disciplina como “la posibilidad de formular en términos matemáticos problemas de otras ciencias o de la vida cotidiana, el orden que ofrece su estructura lógica o el hecho de ser un conocimiento no opinable”. En cuanto a la mejor manera de dictar la materia, Corach apela a la eficiencia de los docentes “que sepan matemática y la disfruten”, y subraya la necesidad de hacer muchos ejercicios si se pretende aprender una noción matemática.
Fuente: mincyt.gov.ar