Históricamente la filosofía fue asociada con la inutilidad, aunque, suele afirmarse que la importancia y el prestigio de esta disciplina radican en su falta de utilidad, falta que alude al hecho de que no está centrada en un fin a conseguir sino que deja ir al pensar según su propia dinámica. Aunque esto, sostiene Ravello Torres, no excluye que los resultados de ese saber puedan ser extraordinariamente útiles por sus implicaciones sociales, técnicas o culturales. Ahora bien, ¿todos podemos filosofar? La respuesta es sí, sin lugar a dudas. Todos en algún momento de nuestra vida lo hacemos o, en definitiva, necesitamos hacerlo.
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