Mañana se cumplen dos meses del inicio de la cuarentena, que de un modo súbito, histórico e inimaginable, obligó a las escuelas del país a encontrar estrategias para poder continuar enseñando en el confinamiento.
Al inicio del aislamiento obligatorio, la mayoría de las escuelas lo resolvió enviando fotocopias con tareas para que los alumnos las hicieran en sus casas. Pero esto duró poco. Como la situación resultó ser más larga de la imaginada, enseguida tuvieron que buscar nuevas formas de mantener el contacto entre los alumnos y los docentes, aspectos sociales de vital importancia para el aprendizaje.
Para algunas escuelas, donde lo digital ya era parte del proceso de aprendizaje, el traspaso no resultó tan doloroso. Para otras, que no lo tenían incorporado, sigue siendo un imposible. En medio de esa búsqueda, la mayoría se volcó a las plataformas que ofrecía el mercado: Skype, Zoom, Hangouts, Whatsapp, Jitsi; en un intento de poder llegar a los chicos y las familias para poder seguir en contacto.
Clases multitudinarias entre 40 alumnos a través de pantallas, falta de control y organización, lucha diaria por problemas de conectividad, son algunos de los dolores de cabeza a los cuales tienen que enfrentarse los docentes desde aquel fatídico 20 de marzo impensado, que vació salones y patios.
Tres complejidades
Durante este tiempo, surgieron muchos problemas asociados a la complejidad de enseñar en entornos virtuales, principalmente la seguridad. Educabot, una empresa tecnológica que venía trabajando en implementación de Robótica y Programación en las escuelas, comenzó a analizar estos problemas y a pensar soluciones.
“Una de las cosas que más salía era el tema de la videollamada y la complejidad con la seguridad. Otro era el tema de registro. Realmente era complejo porque muchas escuelas no tenían contacto con las familias, entonces era más difícil enviarles contraseñas a los padres para que ingresen. Y el tercer punto que detectamos es los docentes tenían que empezar a usar una agenda aparte para entender qué cosas tenían que hacer y entregar los chicos”, Matías Scovotti, CEO y Cofundador de Educabot.
Una solución integral
En línea con esas tres problemáticas detectadas, decidieron avanzar y desarrollar Aula en Casa, una herramienta creada específicamente para el sector educativo y que además de videollamadas, permite generar actividades para los alumnos y agendarlas en un planificador semanal, para organizarse y distribuir mejor la carga de trabajo de los alumnos.
Con la plataforma los docentes pueden brindar clases en vivo a distancia y comunicarse con sus alumnos a través de videollamadas totalmente encriptadas y seguras. Además, pueden grabar las clases para que estén siempre disponibles: “Lo que hace la aplicación es que cuando los alumnos entran a la plataforma, aparece un cartel donde los invita a entrar al aula, y donde no pueden hacer otra cosa que entrar. Recién van a poder entrar cuando la docente esté dentro del aula”, explicó el CEO.
La app tiene un sistema de login que todos entran por la misma dirección web: “Lo primero que te pide es tu DNI, y si la escuela ya te dio de alta como usuario, te hace unas preguntas de verificación, que son preguntas que los chicos saben, como por ejemplo, cuál de ellos es tu docente, y de esa manera pueden entrar por primera vez. Lo importante ahí es que, para la familia, lo único que tuvieron que conocer era esa URL”, detalló Scovotti.
Además, la aplicación permite además controlar si el alumno realizó o no la actividad: “Si el alumno no estuvo presente por lo menos el 80 % del tiempo de la clase, se la tomamos como que no asistió y entonces le queda como una tarea pendiente”, agregó.
Prevenir, antes que curar
Con respecto a la seguridad, el cofundador explicó que cuando los alumnos entran a la plataforma, lo hacen con su foto de usuario, con su nombre y apellido: “Si bien hay muchas plataformas que tienen un sistema de sala de espera donde se autoriza al la persona, nunca sabemos quién está detrás de la computadora. En este caso sabemos que son personas que dimos de alta en nuestra plataforma”, contó el cofundador.
“En la mayoría de las plataformas hay dos problemas, uno que tiene que ver con la encriptación de datos y después otro que es inherente a la plataforma y que tiene que ver con la posibilidad de uso, de cómo el usuario puede configurar para que ese espacio sea más seguro. En Aula en Casa el usuario no tiene que hacer ciertas cosas para que eso sea seguro, ya está programado de esa forma porque justamente está pensado para ese tipo de uso”, explicó.
Uso gratuito y capacitaciones
La utilización no tiene costo para escuelas de los niveles primario y secundario de todo el país, durante la suspensión de clases presenciales en el contexto de la pandemia del coronavirus.
“La idea es permanecer siempre gratuitos. A futuro vamos a desarrollar otras aplicaciones con funcionalidades que van a ser pagas. Pero las funcionalidades de la videollamada y crear actividades, va a continuar como ahora”, explicó el CEO.
Con respecto a la demanda y aplicación de la herramienta, Matías contó con orgullo están percibiendo mucho interés de las escuelas: “Tenemos alrededor de 50 en lista para ir subiendo durante estos días. Comenzamos con las primeras capacitaciones, algo que también es un diferencial con otras aplicaciones, es que no los dejamos solos, les damos soporte. Lo que más nos interesa es que puedan utilizar la plataforma”, agregó.
Por su buena aceptación, otro tipo de instituciones están empezando a solicitarla, desde centros de estética, hasta clubes de rugby: “Hacen hincapié en la funcionalidad de la videollamada, para tener para un grupo y no tener que ir cambiando el link al cual entrar y además destacan el poder tener todo integrado”.
La enseñanza a futuro
Consultado respecto a cómo ve la nueva dinámica de lo virtual y el nivel de aceptación los docentes, el CEO de Educabot expresó: “Actualmente hay dos realidades. Está el docente que descubrió una modalidad interesante de trabajo, y está aquél que validó que es algo con lo que no se siente cómodo. Creo que también está en todos tratar de ayudar a esos docentes a entender que esto es un beneficio en esta situación actual y no tiene que reemplazar lo que hacían cotidianamente”.
“Si no tuviéramos esta opción, no tendríamos nada. Muchas veces pasaba con chicos que por enfermedades, viajes o diferentes cuestiones no podían asistir a clases presenciales, se las perdían y esto complejizaba la enseñanza. Ahora hay otras posibilidades”.
En relación a cómo cree que esto va impactar a futuro, el cofundador de Aula en Casa contó: “Los docentes tienen que estar preparados para eso, estar abiertos para ver esto como algo positivo que luego pueden implementar. Todos van aprendiendo sobre la marcha. Ojalá el uso que se les dé a las plataformas genere un proceso de aprendizaje significativo para los alumnos”, concluyó.
Imagen: twitter.com
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