Un estudio internacional demostró que los peces de agua dulce tienen aptitudes para las matemáticas, facultad que ya había sido demostrada en primates, abejas y pájaros, según indicó la investigación publicada en la revista Scientific Reports.
Los científicos revelaron que los peces poseen un “don para la aritmética” a partir de una experiencia que incluyó a dos especies de peces de agua dulce, el Maylandia Zebra y la Raya Motoro, desarrollada en el Instituto de Zoología de la Universidad de Bonn, en Alemania.
Como ya había sido demostrado, los vertebrados y algunos invertebrados tienen la facultad de distinguir cantidades, algo que es esencial cuando se trata de buscar alimentos, huir de depredadores, elegir una pareja o desplazarse en grupo, consignó la agencia AFP.
Durante la investigación, ocho individuos de las dos especies de peces fueron sometidos a centenares de pruebas en grandes estanques, adaptados específicamente para poder observar su comportamiento.
El objetivo del ensayo era que reconocieron el color azul como símbolo de adición y el amarillo como de sustracción, indicaron.
Para ello, los científicos introdujeron en el agua tarjetas con un número determinado de formas de color azul o amarillo, y luego dos puertas deslizantes, cada una con una tarjeta con otra cantidad de formas, de las cuales sólo una de esas puertas era la correcta.
Al mostrarle una carta con tres formas azules, es decir el color que indicaba una adición, el pez tenía que nadar hacia la puerta asociada a una tarjeta con cuatro formas azules; mientras que una tarjeta con cuatro formas amarillas significaba que debía orientarse hacia la puerta asociada a una tarjeta en la que había una forma menos.
Si los peces escogían la puerta correcta, se les otorgaba una recompensa alimenticia.
Como resultado, observaron que la especie Maylandia Zebra necesitó más tiempo para llevar a cabo el ejercicio que la Raya Motoro y para ambas especies, la adición fue más fácil que la sustracción, precisó el estudio.
Este estudio podría explicar por qué ambas especies son capaces de reconocer a sus congéneres por su apariencia, por ejemplo contando sus rayas o manchas, sugirieron los científicos.
Anteriormente, algunos estudios habían revelado ya que algunos monos, loros, palomas, arañas y abejas son capaces de procesar una información numérica aislada y resolver operaciones simples.
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