Psicología Infantil . Explicar con sinceridad y sin eufemismos, evitar los detalles «innecesarios», reforzar la idea de irreversibilidad y ser «receptivos de la tristeza», son algunos de los consejos para comunicar sobre la muerte y abordar el duelo por la pérdida de un ser querido en niños, según especialistas consultadas por Télam.
«La recomendación principal es entender que no se trata de ‘soltar’, ni de ‘dejar ir’: hay que evitar siempre esas palabras cuando estamos acompañando a alguien en duelo, porque se trata de aprender de qué manera podemos sostener ese vínculo pero de una forma diferente, porque el vínculo no muere», sostuvo el equipo de psicólogas de una ONG dedicada al acompañamiento de duelos en la infancia.
Junto a la especialista en psicología infantil, Beatriz Janin, brindaron a Télam una serie de recomendaciones para abordar la muerte con niños y niñas.
Tips en Psicología Infantil
– Hablar de la muerte desde edades tempranas, e incluso antes de que acontezca.
– Explicar la muerte con verdades cortas de acuerdo a su edad cronológica, intelectual y emocional y responder «con sinceridad» las preguntas que realizan.
– Evitar eufemismos que, lejos de abordar la muerte como «algo que forma parte de la vida», la coloca en un lugar más amable que confunde a los niños.
– Explicitar que la muerte es irreversible, para no generar falsas expectativas de retorno.
– Intentar no delegar la comunicación de una muerte y que sean los adultos cercanos quienes lo hagan.
– Ser receptivos con la tristeza, acompañar y normalizar esta emoción en estos casos, «es fundamental para los y las menores».
– Recurrir a materiales «más didácticos» como libros o animaciones para comprender la muerte en su sentido biológico.
En relación a la participación en los rituales, como el velatorio o el entierro, las especialistas aseguraron que «es un tema que preocupa a los adultos» y enfatizaron en que «si van o no van, tienen que quedarse tranquilos que no obstaculizarán el proceso de duelo de los chicos».
Ante todo, destacaron «siempre preguntarles si quieren ir», explicando brevemente con qué se van a encontrar, y «respetar su decisión».
En caso de asistir, consideraron «indispensable» que haya alguna persona adulta cercana «disponible para acompañar ese momento», que sugieren que sea un tiempo breve y no toda la jornada. «Si los adultos están muy atravesados por el dolor, entonces en esos casos quizás es mejor que no vaya», recomendaron.
