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Adios al «heredero natural de Darwin»

A los 92 años falleció el biólogo Edward Wilson, considerado como el continuador del naturalista inglés, Charles Darwin reconocido por ser el científico más influyente de los que plantearon la idea de la evolución biológica a través de la selección natural.

El científico estadounidense Edward Osborne Wilson, biólogo experto en hormigas conocido como «el heredero natural de Darwin» y considerado el padre fundador de la sociobiología, falleció a los 92 años, según anunció hoy la fundación que lleva su nombre.

La E. O. Wilson Biodiversity Foundation declaró que su fundador «dedicó su vida a estudiar el mundo natural e inspirar a otros a cuidarlo como él lo hizo».

El científico enseñó en la Universidad de Harvard y escribió decenas de libros, dos de los cuales ganaron premios Pulitzer: el primero en 1978 por «Sobre la naturaleza humana» y el segundo en 1990 por «Las hormigas», consignó la agencia AFP.

La revista Time aseguró que tuvo «una de las grandes carreras científicas del siglo XX» al destacar su trabajo de mapeo del comportamiento social de las hormigas, a través del cual mostró que sus colonias se comunicaban a través de un sistema de feromonas.

El biólogo también es conocido por sus llamados a defender los ecosistemas y declaró que «si no actuamos rápidamente para proteger la biodiversidad global, pronto perderemos la mayoría de las especies que componen la vida en la Tierra».

Wilson también consideró, en su bibliografía, que los humanos se comportan en gran medida de acuerdo con principios escritos en sus genes, declaración que lo llevó a ser acusado de determinismo genético.

El psicólogo Steven Pinker lamentó la muerte de este «gran científico» y declaró en Twitter que «estuvimos en desacuerdo en algunas cosas, pero eso no afectó su generosidad y disposición para conversar».

El científico también propuso consagrar la mitad de la superficie de la Tierra a la naturaleza para evitar la extinción de especies, incluida la humana, a través del proyecto «Half-Earth».

«Sé que suena radical», admitió en 2016, pero «es más fácil de hacer de lo que se piensa».

«¿Y quiénes somos nosotros, que somos apenas una especie, para acabar con la mayoría de las especies restantes que viven con nosotros en este planeta (…) en función de nuestras necesidades egoístas?», concluyó.

 

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