La presencia de generaciones de estudiantes que crecieron bajo la influencia de Internet, utilizando las redes sociales desde etapas tempranas de su infancia, y adaptados a entornos audiovisuales, representa un verdadero desafío para las universidades y su modelo educativo.
Estas deben ser capaces de ofrecer una formación integral con impacto social, apostando por una transmisión de conocimientos eficiente y adecuada a las nuevas necesidades que está generando la era digital. Esto, por supuesto, no puede lograrse sin las herramientas tecnológicas.
Las redes sociales, como emblema de las nuevas tecnologías y lo que estas permiten, están diseñadas para permitir la interacción online de millones de individuos que se integran en comunidades virtuales.
Las universidades y demás centros educativos, como integrantes de una comunidad, pueden aprovechar este recurso para fomentar ese sentimiento de comunidad educativa, tanto con sus propios miembros como con la sociedad en la que se insertan.
En primer lugar, puede decirse que el uso de Redes Sociales en entornos educativos aumenta el sentimiento de comunidad, al tiempo que permite el desarrollo de competencias tecnológicas básicas para el desempeño en el mundo laboral actual.
Por si fuera poco, estas permiten a los estudiantes desarrollar el aprendizaje del comportamiento social básico, comprendiendo cuáles son sus límites, qué clase de comentarios pueden realizarse mediante estas redes, y cuáles no son admitidos tanto a nivel social como académico.
De acuerdo a lo que han indicado diferentes estudios, análisis y expertos en Pedagogía, puede decirse que las Redes Sociales facilitan el estudio porque:
- Fomentan el diálogo y la participación de los estudiantes.
- Permiten agilizar las búsquedas de información, haciendo este proceso más entretenido.
- Mejoran el desarrollo de las habilidades de comunicación.
- Ponen en práctica el «aprender haciendo», con el que los conocimientos se fijan de mejor forma.
- Favorecen la libre expresión de los estudiantes.
- Colocan a los estudiantes como nuevos transmisores y generadores de conocimiento.
- Amplían las fuentes de información a las que se puede acceder facilitando el contacto con personas de todo el mundo.
- Permiten centralizar las actividades de un centro educativo en un solo sitio.
En un mundo que avanza hacia lo digital, las Redes Sociales no solo facilitan el estudio porque permiten realizar búsquedas de información más amplias, sino también porque permiten el desarrollo de una identidad digital sólida. Precisamente, este debe ser el papel de los centros de estudio en cuanto a las RRSS.
En lugar de cuestionarse si las redes tienen un lugar en la educación, los centros educativos deben procurar incorporarlas como sistema de apoyo a los procesos educativos, apostando por un uso seguro y responsable. Su papel debe ser el de orientar a los estudiantes en la introducción al mundo digital.
El gran desafío de la educación es desmitificar a estas redes, y alejarlas de la imagen de distracciones, para realmente permitir una educación integral adaptada a la era digital, que permita aprovechar los beneficios que estas tecnologías pueden aportar tanto a los estudiantes y su proceso de estudio, como a los docentes, centros y el propio modelo educativo.
Fuente: Universia Argentina Imagen: blogando.com.br
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