La docencia es una profesión en la que se va aprendiendo y mejorando paso a paso, clase a clase. Pararse por primera vez a un salón de clase lleno de alumnos, no es una tarea sencilla. Muchas veces el docente siente que le faltan herramientas o que no sabe cómo dirigir la clase del modo que la había planificado.
Algunos consejos para las primeras experiencias docentes:
- Planificar las clases
Este es un punto vital dentro de la docencia. Las planificaciones son, tal como su nombre lo indica, planes o guías de los rumbos que irán tomando las clases. El momento de sentarse a pensar y repensar los contenidos y las maneras de abordaje es fundamental para la organización mental del docente. Saber qué es lo que quiero enseñar y por qué. Buscar los materiales, pensar las herramientas a través de las cuales pensamos que será más claro exponer algún tema.
Es importante reflexionar acerca de las diversas conexiones entre los temas, las vueltas que se pueden dar sobre cada cual y las propuestas que se harán a los estudiantes en el proceso de aprendizaje. Una vez que encontramos una ruta que parezca interesante como para seguir durante la clase podemos hacernos un pequeño cuadro recordatorio que, apoyado en el escritorio, puede ser consultado las veces que sea necesario, hasta acostumbrarse a seguir un rumbo con más práctica y seguridad. Más allá de que las planificaciones son generalmente un requisito, lo bueno es poder aprovechar al máximo el proceso.
- Ser auténtico
Para entablar una buena relación con los alumnos y permitir que exista un buen ambiente en clase hay que ser auténtico. Esto significa que no hay que intentar parecer serio, estricto y exigente. Las personas aprecian cuando los demás son sinceros y transparentes, por lo cual se tendrá una mejor respuesta de su parte si no se finge la personalidad. Además actuar de forma natural ayuda a relajarse y a disfrutar más de las clases.
- Herramientas para empezar
Como docente, se puede ir probando una cierta diversidad de herramientas en la búsqueda de aquellas que resulten más efectivas y claras. También es necesario saber que cada curso tiene su dinámica diferente y que, año a año, las herramientas de abordaje deberán ir cambiando.
Debates, cuadros sinópticos, videos, proyecciones, exposiciones, todo lo que nos resulte pertinente para organizar y llevar adelante la clase. A partir de una estructura sólida, se podrá perder el temor rápidamente para poder moverse fácilmente según las necesidades que irá planteando el mismo curso.
- Interesarse por los alumnos
Para permanecer en la memoria de los alumnos el secreto está en realmente preocuparse por ellos. La idea no es entrometerse en su vida privada, pero sí interesarse por algo más que las notas.
- No catalogar a los estudiantes
Cuando el docente se enfrenta por primera vez a un grupo de estudiantes es normal generar una idea sobre cómo es cada uno. Pero a lo largo del año puede que sus actitudes cambien. Por eso hay que evitar identificarlos con una forma de ser.
- Escuchar los consejos de quienes tienen experiencia
En todos los lugares de trabajo hay personas que están allí desde hace muchos años. Del mismo modo que vos podés aconsejarlos con nuevas herramientas educativas o con conocimientos que adquirirse recientemente en la Universidad, podés pedirles que te recomienden por ejemplo dinámicas que a ellos les funcionen. Te ayudará en tu desempeño como profesor, y además generarás mejor vínculo con tus colegas.
Imagen: www.todayifoundout.com
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