La exposición cuenta con 56 obras originales, que se exhibieron hasta el 20 de diciembre conmemorando los 120 años del natalicio del grandioso artista catalán. Con la curaduría de Massimo Scaringella, brindó una particular visión de la obra gráfica del artista que es referente principal del arte mundial del siglo XX, a través de una cuidada selección de aguafuertes, litografías, xilografías e ilustraciones de libros.
El artista exaltaba y amaba de forma particular la expresión grafica: por un lado, su mano se deslizaba veloz, por otro existía un orden virtual, que le permitía orientar el gesto y coordinar líneas, trazos y cortes.
La rapidez de ejecución y su ser más brutal, arcaico y casi primitivo acentúan el impacto visual en detrimento de una búsqueda meramente estética.
Estas obras no debían trasmitir ningún mensaje, más bien aspiraban, producir realidades ocultas surgidas del encuentro entre el propio sueño consciente, alegre y tempestuoso, y las cosas del universo.
Además de una valiosa oportunidad de disfrute estético, “El Jardín de las Maravillas” contó con una acentuada agenda de actividades pedagógicas diseñadas especialmente para las escuelas.
Imagen: wikipaintings.org
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