Un encuentro global con foco en el aprendizaje del futuro
Abu Dhabi fue sede del World Schools Summit 2025, un foro internacional que reunió a ministros de educación, especialistas pedagógicos, desarrolladores tecnológicos y referentes de políticas públicas de más de 30 países. El objetivo: pensar cómo la tecnología puede mejorar la calidad educativa sin perder de vista la evidencia, la inclusión y la experiencia real de estudiantes y docentes.
Durante las jornadas se discutieron tendencias clave: inteligencia artificial aplicada al aprendizaje, acompañamiento docente, personalización de contenidos y herramientas digitales que logran resultados medibles en contextos diversos.
Los primeros Global EdTech Prize
Este año el evento sumó un hito: la primera entrega de los Global EdTech Prize, premios destinados a reconocer plataformas que no solo prometen innovación, sino que demuestran impacto concreto dentro de las aulas.
Las tres iniciativas destacadas fueron:
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Matific, por su enfoque lúdico en matemáticas y su capacidad para mejorar la comprensión en estudiantes de distintos niveles.
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Brisk, valorada por su apoyo docente a través de herramientas de planificación inteligente y recursos adaptativos.
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Imagine Worldwide, reconocida por su trabajo en contextos vulnerables y por ofrecer soluciones de alfabetización que funcionan incluso en escuelas con baja conectividad.
El jurado subrayó que las plataformas fueron elegidas por evidencias verificables: mejoras en desempeño académico, mayor compromiso estudiantil y resultados consistentes en diferentes países.
Un mensaje común: tecnología con propósito
Más allá de los premios, la cumbre dejó una idea central: la tecnología educativa avanza rápido, pero debe hacerlo con objetivos claros y medibles. Los especialistas coincidieron en que la innovación real es aquella que llega al aula, facilita el trabajo docente y mejora el aprendizaje de los estudiantes, sin generar brechas nuevas.
El World Schools Summit cerró con la sensación de que la cooperación internacional es clave. Y, sobre todo, con un mensaje alentador: cuando la tecnología se usa con criterio pedagógico, no compite con la educación… la potencia.





