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Un trabajo del presente y del futuro

Con el avance de las nuevas tecnologías sobre las vidas cotidianas de las personas, lo que parecía ser una tendencia, se convirtió abruptamente en una nueva realidad. La seguridad privada presencial en edificios fue remplazada por pantallas y cámaras para que un empleado pueda cubrir el trabajo de decenas. El médico ambulante atiende a través del celular. Los operadores telefónicos van siendo cambiados por bots. Así, en muchísimos rubros, la automatización y el teletrabajo ganaron terreno sobre viejas costumbres.

Sin embargo, también aparecen nuevas industrias que demandan mucho empleo y que incluso ofrecen los mejores salarios. Quienes estudiaban sistemas o informática en los 90 tal vez fueron precursores. Quienes lo hicieron en los 2000 habrán aprovechado para instalarse en un mercado nuevo. Quienes lo hacen desde el 2010 se aseguraron un puesto laboral con las mejores condiciones.

Un trabajo del presente para el futuro

Actualmente, esas carreras se multiplicaron y hasta existen cursos que en seis meses otorgan certificados para ser empleados de las mejores empresas. Hoy, la última tendencia entre los jóvenes es elegir el desarrollo de aplicaciones para celulares.

Alcanza buscar en una web de empleos para notar la cantidad de oferta que hay en el rubro programación y, en particular, para quienes saben hacer apps móviles.

Qué es la portabilidad

Estrictamente, el concepto de portabilidad se dio a conocer por el derecho de que la persona se quede con un mismo número de teléfono más allá de la empresa de telefonía que escoja. Si cambia de operador, el número le pertenecerá a la persona humana.

El Estado argentino otorgó este derecho que incluye que el usuario sólo debe contactarse con la nueva empresa y el contrato con la anterior se da de baja automáticamente. No sólo se puede hacer telefónicamente sino también a través de la web, como Personal. Este proceso es rápido, fácil, pero también permite acceder a nuevos planes y promociones exclusivos para nuevos clientes.

Sin embargo, en el rubro de la programación, la idea de portabilidad refiere a la propiedad de un sistema que le permite ser ejecutado en diferentes plataformas. No solamente estará la identidad del negocio en cada dispositivo, sino también estará apto para cada sistema operativo, lo que es un requisito para el desarrollo de cualquier aplicación móvil.

Junto con la portabilidad, la empresa contará con información como la ubicación para poder diferenciar tanto momentos de la logística de entrega como la llegada de la marca a diferentes zonas geográficas.

La portabilidad del negocio

El mercado de la programación de aplicaciones móviles está en auge porque marca un diferencial para la empresa. El hábito de comprar desde la casa se extendió desde que el confinamiento se volvió una realidad. Y llegó para quedarse.

El smartphone da respuesta a toda necesidad. Facilita la comunicación, el entretenimiento, pero también la comercialización.

Una app es práctica, versátil y ya no con costo tan alto como lo era hace poco tiempo atrás. Todas las grandes marcas ya han desarrollado la suya, pero siempre requieren de permanente actualización. Las pequeñas y medianas empresas se van sumando apresuradamente a esta tendencia para no quedarse atrás.

Un negocio puede, con esta herramienta, automatizar trabajos que llevaban mucho tiempo como el pago, la facturación, la administración, la logística y hasta la difusión.

Así, además de ahorrar en procesos, también distingue a la marca y la muestra como innovadora.

Por otra parte, permite la portabilidad. Los usuarios de la aplicación llevarán esa marca consigo a todas partes.

Un pequeño desafío para un gran cambio

Los requisitos para comenzar a trabajar como programador son pocos y la posibilidad de crecimiento es realmente alta. Un desarrollador que haya realizado un curso de un cuatrimestre puede ingresar a una empresa como junior y rápidamente escalar en responsabilidades y remuneración.

Las generaciones que millenials y centenials crecieron a la par de Internet y son como hermanos que se van desarrollando juntos, por lo que mantenerse actualizados y entender de lenguajes y sistemas requiere más de intuición que de esfuerzo. Lo que sí exigen las empresas contratantes es pasión por este trabajo, que dio un gran salto en los últimos dos años, pero que llegó para quedarse.