El próximo domingo 5 de octubre, desde las 14, tendrá lugar una nueva edición de Juguemos a las Bolitas, un encuentro lúdico recreativo, no competitivo, destinado a la familia.
Organizado por el Centro Cultural Parque Alem, Nansen y Paseo Ribereño, este segundo evento deviene del éxito de la primera experiencia y apuesta a recuperar esta divertida tradición argentina.
Con el objetivo de entretenerse y compartir un día al aire libre, niños y adultos jugarán al hoyi y la quema y a la Troya, en distintas canchas dispuestas en el predio del parque.
En la oportunidad, los asistentes también podrán divertirse con el elástico, el sapo, la rayuela, los tejos, el trompo y el balero, entre otros juegos, o armando barriletes.
Las bolitas
Son esferas, generalmente de vidrio, que varían según su diámetro. Pueden ser pequeñas (pininas o piojas), medianas (las más comunes) o grandes (bolones). Generalmente se clasifican como japonesas, que son las más conocidas, y las lecheras o porcelanas, de color blanco mezclado con otro color.
Existen, además, curiosas bolitas como las de barro, los aceritos y las de plástico (indefectiblemente ovaladas).
La identidad de los fabricantes de bolitas es un enigma ya que nunca hubo marcas ni envases, ni publicidad. Tiempo atrás, se conseguían en los quioscos y almacenes.
Actualmente se fabrican en la localidad de San Jorge (Santa Fe), mediante un proceso de reciclado de vidrio.
Imagen: gde-fon.com