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Tips para realizar presentaciones orales profesionales

Aprendé a realizar presentaciones orales exitosas, apropiadas y memorables para los diferentes tipos de personas que conforman tu audiencia

Los profesionales suelen realizar presentaciones orales en forma de conferencias, clases, reuniones laborales y hasta defensas de investigaciones. Para obtener los mejores resultados y lograr una presentación exitosa y memorable para tu audiencia, Universia brinda una serie de consejos que puedes aplicar la próxima vez que transmitas información a un público.

1. Pensá en el público

Conocer a qué tipo de público te dirigirás es fundamental para determinar qué contenidos se tratarán en tu presentación. Una conferencia para profesionales de tu sector admite términos técnicos que no precisan explicación, pero cuando se trate de estudiantes u otras personas que no tengan tu nivel de conocimiento, deberás adaptarte a ellos.

Es relevante tener en cuenta que el público no debe subestimarse, por lo tanto la adaptación de contenidos refiere a qué tan atractivos puedas hacerlos para esa audiencia en particular y qué partes debes explicar con mayor énfasis.

2. Definí el tema central

En un primer vistazo este punto resulta una obviedad, sin embrago, cuando la audiencia te escuchó una hora seguida y no puede titular tu exposición con un enunciado simple, probablemente fallaste en el eje del discurso. Un buen ejercicio es sintetizar el tema en 140 caracteres como si fuera un tweet y compartirlo al inicio de la presentación.

3. Utilizá la regla del 3-7

Los científicos suelen estar de acuerdo en que la mente humana puede almacenar en la memoria de corto plazo entre 3 y 7 puntos, ya sean números, viñetas de un texto o artículos de supermercado. Establecé un máximo de 7 puntos importantes en tu discurso y pegate a ellos. Una presentación solo será buena si es memorable para su audiencia.

4. Anticipá las preguntas de la audiencia

Cuando redactes el texto que guiará tu presentación oral, pensá en las posibles preguntas que puedan surgir entre el público para enmarcar el contenido que expondrás. Será más sencillo para todos digerir la información si partís de los interrogantes que naturalmente se desprenden del tema.

5. Elegí un diseño adecuado de diapositivas

Una presentación oral sin diapositivas es impensable hoy en día cuando la tecnología puede aprovecharse para convertir en atractivo un tema que podría ser tedioso. Sin embargo, unas diapositivas en blanco y negro repletas de texto con una tipografía clásica, te jugará en contra sin importar la rigidez del tema.

Además, el público se encontraría en el dilema de escucharte o leer el texto sin poder determinar qué información es más importante. El diseño tradicional es sencillo de digerir: un buen encabezado, una idea principal breve o esquemática y dos o tres viñetas que agreguen detalles de apoyo en forma de palabras clave o enunciados cortos.

6. Prescindí del abuso de recursos visuales en las diapositivas

Las imágenes deben utilizarse cuando sea pertinente porque una presentación con información bien organizada pero cargada en su diseño, surtirá el mismo efecto distractor que un texto denso. Por supuesto que se manejan excepciones en el ámbito del arte cuando por ejemplo, las fotos sobre cuadros de un museo determinado sean la esencia de la presentación.

Los gráficos, mapas y otros recursos también son apropiados para digerir información cuando se emplean moderadamente. Este ítem no aplica si decidís realizar tu presentación en forma de infografía, pero para ello debés saber manejar esta herramienta porque podrías fallar en la transmisión del mensaje principal cuando se trata de una presentación extensa.

7. Resaltá la importancia de tu presentación

Atraerás al público más fácilmente si explicás por qué tu presentación es importante para ellos, comentando por ejemplo, cómo incide en la vida cotidiana tu investigación o el tema que tratarás. Creá conexiones entre tu exposición y las experiencias que haya experimentado tu audiencia, para lo que deberás conocerlos anteriormente.

Este conocimiento implica que si vas a exponer frente a estudiantes, es apropiado referirte a exámenes, cuando se trate de profesionales, a situaciones típicas del trabajo y así con los distintos públicos, prestando atención a aquellos que sean mixtos.

8. Volvé simple lo complejo

Las personas que conforman tu audiencia están recibiendo una batería de datos que necesitan asimilar lentamente para seguir el hilo de tu discurso. Las palabras elegidas deben ser familiares a los oídos de tu público y las oraciones subordinadas tendrán que emplearse con moderación. Un buen expositor transmite constantemente ideas complejas en términos sencillos de captar.

Por otra parte las palabras de moda -sobre todo en exceso- y las jergas, no necesariamente encierran conceptos complejos pero tampoco es conveniente suponer que todos las comprenden, especialmente cuando los públicos son mixtos. Exponer frente a estudiantes jóvenes implica que podés utilizar más palabras que moda que si realizás la presentación para profesionales con 30 años de experiencia. El público es el límite pero también un abanico de alternativas si innovás.

9. Dibujá las ideas

Las historias (“esto me recuerda cuando…”), las analogías (“es como…”), los ejemplos (“supongamos que…”), son maneras prácticas y entretenidas de mantener la atención de la audiencia mientras facilitás el panorama. Muchas veces los temas tratados son complejos y precisan de coloridos detalles para poder comprenderlos. Además, bajar a tierra una información siempre despierta mayor curiosidad que hablar en términos incomprensibles para una audiencia que voluntariamente decidió escucharte.

10. Hacé que los números tengan peso

Las investigaciones de las ciencias duras poseen gran cantidad de números o incluso fórmulas que debés transmitir con claridad y con la importancia que corresponda en cada caso. Lo mismo sucede con el arte, las humanidades y las ciencias sociales que muchas veces precisan de estadísticas para explicar fenómenos.

Para que la audiencia comprenda por qué una cifra, fórmula o porcentaje es clave en la exposición, tenés que fundamentarla no solo con aspectos teóricos sino trasladar ese número o letras de fórmulas a la vida real. La aplicación de la teoría es la forma de asegurarte que todos aprecien los resultados de esa investigación por la cual padeciste insomnio tantas noches.

11. Transmití tu energía y entusiasmo

Podés hacer una presentación oral destacada en su contenido y organización pero si no demostrás la importancia que la investigación tiene para vos, así como el placer que te produce compartirlo, el público se dedicará a chequear su celular o conversar con el que se sentó al lado.

Practicá frente a un espejo, agregá toques de humor donde corresponda y sobre todo, disfrutá de tener una audiencia que eligió escucharte en lugar de hacer cualquier otra cosa. Las charlas TED suelen ser excelentes ejemplos de presentaciones en las que la atención se dirige exclusivamente a quien expone, debido a la energía que manifiesta.

12. Evitá las contradicciones

A pesar de que las contradicciones son frecuentes en la verbalización debido a que las palabras desaparecen en su articulación, no serán bien recibidas por un público que se reunió exclusivamente para escuchar un discurso coherente que le aportará nueva información.

La solución es pensar cada idea antes de ponerlas en palabras, incluso aunque te tome un tiempo conectar enunciados o responder una pregunta. Si ves que te esté llevando varios segundos hallar la forma adecuada de contestar, incluso podés bromear al respecto para mantener la atención del público. Ensayar logrará disminuir los baches que puedan presentarse en tu discurso.

13. Fomentá la retroalimentación

Pedí a tu público que te formulen preguntas, aporten una idea o realicen un comentario para mantener la atención y al mismo tiempo, despertar interés. La participación activa es fundamental en concentración así como en la motivación. Deberás encargarte de que no te interrumpan constantemente, por lo que es recomendable que generes los espacios directamente. Planeá los momentos en los cuales solicitarás preguntas por parte del público o pedirás comentarios.

Imagen: archivo de imágenes