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«Caída libre. ¿Todos los seres humanos tenemos un precio?»

Con la dirección de Claudia Piccinini se presenta «Caída libre» los sábados de noviembre 22 en la Sala La Sonrisa de Beckett

Con la dirección de Claudia Piccinini se presenta «Caída libre» los sábados de noviembre 22 en la Sala La Sonrisa de Beckett, Entre Ríos 1051.

La Obra

Los vecinos de un edificio han contratado (sin seguridad alguna y en negro) un albañil para realizar un arreglo en el techo. El trabajo de riesgo provoca su caída. El cuerpo queda tirado en el medio de todas las discusiones. Contratar un seguro falso parece ser la solución que encuentran. Cuando ya casi han abrochado el arreglo, surge un imprevisto.

¿Todos los seres humanos tenemos un precio?

La obra está basada en un hecho real. Es parte de un diálogo que se establece entre dos personas que acuerdan realizar un arreglo en un departamento ubicado en el octavo piso de un edificio. Como los albañiles necesitan trabajar desde afuera, se plantea la posibilidad de “colgar” a uno de ellos desde el techo. De allí, comienzan a barajar cifras para “asegurar” en caso de que hubiera algún accidente, la vida de esas personas. A partir de este hecho “fortuito” comienza un devenir donde se gesta la idea de Caída Libre. Final de obra. Los personajes trabajan dentro de un marco de palabras mordaces, de humor negro, tragicómicas. En algunos pasajes se intercala textos en verso. La tragedia estriba en que todo se puede comprar o vender, todo se puede solucionar con dinero o a un buen precio, incluida, la vida y la muerte. Y la violencia, desprovista de todo aspecto simbólico está en el discurso, en los pliegues del mismo. En la negación.

El contexto histórico de la obra se sitúa dentro del boom inmobiliario que se asentó en nuestra ciudad a partir, principalmente, de las inversiones provenientes de diversos sectores, lo cual atrajo mano de obra que migró desde distintas provincias aledañas a la nuestra (Chaco, Formosa, Corrientes) como así también desde países limítrofes a nuestra nación (Bolivia, Paraguay). Estas familias vinieron buscando mejorar el modo de vida que tenían en su lugar de origen. Pero el desarraigo, el color de piel y el anclaje social de las personas que trabajan en este ramo de la construcción suelen pagar un costo altísimo.

En la obra esto queda reflejado a partir del debate que estalla en la vida de cada uno de los habitantes del condominio al toparse con este hecho “inoportuno” para sus vidas. A partir de ahí, la obra interpela desde el dar cuenta de cada uno de ellos en torno al accidente de un albañil.

Los velos, las posturas y las poses caen en función de la urgencia que representa para todos tener que “cargar con un muerto” y resolver esa situación lo antes posible para seguir. Porque el futuro no puede esperar.

En esta pintura parcial y acotada (pero pintura al fin) de la (nuestra) sociedad rosarina están incluidos los sueños postergados, el statu quo, las miserias y los gestos humanos que nos salvan y nos someten a la vez. En un carrusel eterno, cada época de la humanidad entronizó a su propio becerro de oro. Y el boom de la construcción no podía dejar de hacerlo, aunque para ello, tengamos que esconder tanta basura debajo de la alfombra.

Informes: Caída Libre

 

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