Como en 2011 que se votó a un candidato, ya está en marcha la nueva edición del Premio, entrando en http://www.premioabanderados.com.ar se puede conocer a las ocho historias finalistas de este año. Solo hay tiempo hasta las 23:59 hs. del domingo 25 de noviembre. A continuación se detalla el proyecto que presentan los candidatos.
Rosario Quispe, 52 años .Fundación Warmi – Desarrollo comunitario Abra Pampa y Puna, Jujuy. Rosario trabaja para que su gente, las comunidades coyas de la Puna argentina, puedan desarrollar su vida en su tierra, sin tener que emigrar forzadamente a las ciudades en busca de sustento. Para ello, encara la situación desde diversas aristas: microcréditos para proyectos productivos de ganadería y cultivo, emprendimientos de turismo, artesanías, pequeñas empresas sociales, campañas de prevención en temas de salud. Incluso ha inaugurado la Universidad de Warmi, primera escuela de estudios superiores en la Puna. A su vez, logró que 20 chicos estén estudiando medicina en el exterior.
Adriana Ayala Carimi, 26 años. Correntinos hasta la Médula – Donación de médula. Conciencia, Corrientes, Argentina y el mundo. Adriana venció a la Leucemia que amenazaba su vida gracias a la donación de médula que le ofreció su hermana. Hoy encara un creativo proyecto que buscar ampliar la base de argentinos inscriptos para ser donantes de médula. Desde la web organiza campañas, dispara consignas a sus seguidores, entabla redes y responde dudas. En paralelo, dicta charlas, es invitada a congresos y, además, organiza acciones en la vía pública para llamar la atención de la gente sobre su mensaje concientizador.
Myrta Cabana, 69 años. Víctimas indefensas de Jujuy – Chicos en situación de calle – San Salvador de Jujuy. Myrta Cabana recibe y transforma la realidad de los niños más vulnerables: los que están en situación de calle. En el hogar de día ofrece alimentos, espacios de recreación, atención médica y psíquica y, sobre todo, la posibilidad de sentirse recibidos y alejados de la intemperie. También se acercan a las familias para lograr un trabajo integral. El equipo de Myrta sale de día y de noche a monitorear la presencia de niños en la calle, para comenzar con ellos un vínculo que pueda sanar, incluir y proyectar hacia el futuro.
Dolores Oliva, 41 años. Con Alma Asoc. Civil – Prevención y Atención de zoonosis – Periferia de La Plata. En los asentamientos de la periferia de La Plata, las familias conviven en estrecha relación con distintos tipos de animales en condiciones de riesgo sanitario. Surgen así enfermedades llamadas zoonosis. Dolores es veterinaria y trabaja en la atención y prevención de esta problemática que afecta la salud de niños y adultos en situación de pobreza. Visita periódicamente los barrios junto a su equipo de voluntarios, para atender a los animales de las familias, capacitarlas para mejorar su situación higiénica y, ante todo, para estar cerca de un grupo social que, en palabras de Dolores, “está realmente muy solo”.
Fredy Pérez, 41 años.Pequeños Milagros – Hogar para niños en riesgo – Posadas, Misiones. Fredy abrió, junto con su esposa y en su propia casa, un hogar para niños que por diversos motivos no pueden continuar viviendo junto a su familia. Viven con ellos hasta que se resuelve la adopción o la revinculación familiar. En el hogar Pequeños Milagros, los casi 50 voluntarios colaboran para que cada chico continúe sus estudios, mientras se hacen los controles de salud y nutrición pertinentes según cada caso puntual. Sin embargo, lo más importante que reciben es la posibilidad de crecer en un clima de familia: aceptados, recibidos, queridos y cuidados.
Gustavo Pintos, 48 años. La Doble Ayuda, Motos solidarias – Fortalecimiento de escuelas rurales – Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Formosa. Gustavo lidera un grupo de motociclistas que acompaña el desarrollo de escuelas rurales. En la primera etapa, consiguen donaciones, encaran las refacciones edilicias y de equipamiento que sean necesarias para que los chicos puedan estudiar dignamente. En un segundo paso, buscan mediante huertas y granjas que la escuela se autoabastezca. Por último gestionan becas para que los chicos con riesgo de dejar, continúen sus estudios.
Víctor H. Russo, 54 años. El Pobre de Asís – Gente de la calle y riesgo social – CABA. Víctor fundó y dirige la fundación El pobre de Asís, que tiene tres servicios para luchar contra la pobreza. En el hogar de día, personas en situación de calle pueden bañarse, lavar su ropa, recibir atención médica, remedios y tratamientos, atención psicológica, capacitación y la oportunidad de intentar la reinserción laboral. En sendos hogares de tránsito viven hombres y mujeres en situación de calle con discapacidad, por dos o tres años, hasta que reconstituyen su proyecto de vida. El centro comunitario en la villa 31 permite acompañar a niños y familias en lo referido a alimento y educación (programa Apadrinaditos).
Javier Ureta, 30 años. Cascos Verdes – Discapacidad y medioambiente – CABA y Buenos Aires Provincia. Javier creó y dirige Cascos Verdes, una organización que permite a personas con discapacidad intelectual estudiar en la universidad y formarse como Educadores Ambientales que, luego, dictan cursos en escuelas y empresas sobre ahorro energético, reciclado y cuidado del agua en la vida cotidiana. Posee convenios con las universidades Católica Argentina, Austral, San Andrés y Torcuato Di Tella, en donde los futuros cascos verdes se forman en un camino que dura, con prácticas incluidas, unos 4 años.
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