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Sileoni y una delegación de alumnos secundarios argentinos visitaron al Papa Francisco

El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, visitó el miércoles al Papa Francisco en el Vaticano, junto a una delegación de cinco alumnos secundarios de distintas jurisdicciones argentinas y una docente tucumana

El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, visitó el miércoles al Papa Francisco en el Vaticano, junto a una delegación de cinco alumnos secundarios de distintas jurisdicciones argentinas y una docente tucumana.

Al término de la audiencia, que se extendió durante una hora, el Ministro contó que fue un encuentro muy emotivo en el que los chicos expusieron ante el Papa las conclusiones de las Jornadas Nacionales Educativas por la Inclusión y la Paz, donde debatieron miles de jóvenes argentinos.

En la charla, Sileoni coincidió con el Sumo Pontífice en que “la inclusión y la integración son el camino para el proceso de aprendizaje”. Asimismo, Francisco alentó a los presentes a “continuar por esta senda”.

“Como funcionarios públicos, nuestra tarea es mejorar los aprendizajes formales –reflexionó el titular de la cartera educativa nacional–, pero también queremos dar visibilidad a otras funciones que cumple la escuela. No basta con dominar profundamente los conocimientos científicos y tecnológicos, porque muchos de quienes los dominaron pusieron a este mundo al borde del abismo. ¿O acaso diríamos que una educación es ‘de calidad’ si produce jóvenes muy conocedores de las disciplinas tradicionales, pero poco solidarios?”.

Y añadió: “Nosotros no vemos esa ‘profunda crisis moral’ de la que algunos hablan; vemos deseos de participar, vemos alegría en nuestros jóvenes por ayudar a otros. Vemos gestos en los estudiantes argentinos que nosotros, como adultos, no tenemos; gestos de contención, de ayuda al que está caído, al que se apartó de su camino, al que siente que no llega. Pero, lamentablemente, no hay pruebas internacionales que midan la dimensión solidaria de un sistema educativo”.

En este sentido, Sileoni recordó que “en Argentina hubo épocas durante las que se rompió la condición de prójimo, donde se perdió la preocupación por la alteridad. Y hay un momento del Génesis que siempre me gusta evocar: cuando Caín le pregunta a Dios, después de haber matado a Abel: ‘¿acaso debo yo ocuparme de mi hermano?’. La respuesta, siempre, es ‘sí’. Las 45.000 escuelas, los 920 mil docentes y los 11 millones de alumnos deben ocuparse de sus hermanos. Un sistema educativo es mejor cuando se ocupa de sus hermanos”.

Por su parte, el secretario de Educación de la Nación, Jaime Perczyk –que formó parte de la comitiva que visitó a Francisco– consideró que “en contra de esa imagen desalentadora de una juventud a la deriva y carente de valores, los educadores confiamos en nuestros alumnos, respetamos y hacemos respetar –en tanto agentes del Estado– sus derechos. Los grandes medios suelen mostrar a los jóvenes peleándose, o alcoholizados; pero nada se dice de la generación que va a dirigir este país, que ha encontrado un proyecto para sí en el estudio, en el trabajo, en la participación política y en la defensa del sistema democrático”.

“En otras épocas, la escuela era una institución que educaba para seleccionar; en contraposición con el sistema educativo que estamos construyendo: uno con todos los chicos adentro, y en el que todos puedan aprender”, agregó el Viceministro.

En tanto, Agustín Groba –uno de los estudiantes que participó de la reunión- afirmó: “Fue algo maravilloso, un momento único que no voy a olvidar y no creo que vuelva a vivir”. El santacruceño de 18 años, que estudia en una escuela técnica especializada en Aeronáutica de la ciudad de Río Gallegos, relató que desde que entró al Vaticano hizo esfuerzos por no llorar. “Pero fue todo tan emocionante que al despedirnos lloramos todos, incluso el Papa”, confesó.

“Le contamos a Francisco el trabajo que hicimos y cómo nos proponemos expandir las jornadas y otras actividades por la paz y la inclusión. Y después de escucharnos y felicitarnos, él nos aconsejó que sigamos apostando al trabajo en equipo, priorizando la solidaridad, el compañerismo y la hermandad”.

Otro momento destacado se vivió cuando Martín Bazán –un joven de Tucumán- interpretó para el Papa y para el resto de la comitiva argentina el Aleluya en su violín, y le contó al Sumo Pontífice que había estado alejado de la escuela durante tres años y volvió a acercarse por la música, cuando le propusieron asistir a las clases que se ofrecen en los Centros de Actividades Juveniles.

El Ministro y los jóvenes -de entre 16 y 18 años- entregaron al Sumo Pontífice un documento con las conclusiones surgidas del debate de más de 3.000 estudiantes de diferentes modalidades, de escuelas públicas y privadas de todo el país, de todos los credos, que participaron en la Primera Jornada Nacional Educativa por la Inclusión y la Paz, organizada por el ministerio de Educación de la Nación y la Red Mundial de Escuelas para el Encuentro, Scholas Ocurrentes, en octubre último.

Además de Agustín y Martín; Paula Machicote, de Buenos Aires; Lucas García, de Misiones; y Matías Díaz Nieva, de Salta, son los estudiantes que –junto a la profesora María Lazarte– llevaron a la Residencia de Santa Marta las voces, reflexiones, y propuestas de los jóvenes argentinos que se comprometieron e hicieron sus aportes para “la paz, la integración y la inclusión a 200 años de la Independencia de la Patria”.

“La paz se debe construir con hechos día a día, no con simples palabras. Se constituye dentro de uno mismo, para luego ser transmitida a los demás, comenzando por no prejuzgar y manteniendo la igualdad. Habrá paz cuando con unión e igualdad creemos un mundo donde quepan todos los mundos”, sostiene el documento que los alumnos entregaron al Papa.

Durante la audiencia, los chicos conversaron con Francisco sobre las instancias preparatorias en las que participarán miles de alumnos argentinos –convocados por las carteras educativas nacional, provincial y la Red de Scholas–, de cara a los festejos patrios que se realizarán en 2016 por el Bicentenario de la Independencia.

En la audiencia, también estuvieron presentes el embajador argentino ante el Vaticano, Juan Pablo Cafiero; el titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha Contra el Narcotráfico (SEDRONAR), Juan Carlos Molina; uno de los directores de Scholas Ocurrentes, José María Del Corral; y representantes de Cáritas Argentina.

La visita del ministro Sileoni y los alumnos al Papa, al igual que las Jornadas Nacionales Educativas por la Inclusión y la Paz, se enmarcan en el convenio de apoyo y trabajo conjunto que suscribió el ministerio de Educación de la Nación con Scholas, en el ámbito de la 58° reunión de Consejo Federal de Educación, que tuvo lugar el 3 de julio último.

El Ministerio de Educación de la Nación realiza diversas acciones educativas con jóvenes, entre las que se destacan el Parlamento Juvenil, los Centros de Actividades Juveniles, el Programa de Centros de Estudiantes y el Programa Nacional de Educación Solidaria, además de otras.

La Red Mundial de Escuelas para el Encuentro, Scholas Ocurrentes, fue lanzada por el propio Papa Francisco en agosto de 2013, con la intención de promover la vinculación de todas las escuelas del mundo a través de la educación, el deporte y la solidaridad.

Fuente: portal.educacion.gov.ar
Imagen: telam.com.ar