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¿Se puede «ayudar» al cerebro para aprender mejor?

Ayudar al cerebro para aprender más y mejor es un objetivo deseado por estudiantes, profesionales y cualquier persona interesada en mejorar su capacidad cognitiva

A pesar de lo que indica el imaginario popular, la práctica constante, puede no ser la mejor estratégia a la hora de aprender. Estudios científicos señalan que la práctica incesante puede no ser la forma más eficiente de aprender una nueva habilidad: el cerebro necesita descansos para consolidar el conocimiento recién adquirido y transformarlo de un recuerdo transitorio a un recuerdo duradero.

Cada individuo es único, por lo que es esencial identificar qué estrategias funcionan mejor para vos. La combinación de hábitos saludables, técnicas de estudio adecuadas y un enfoque consciente en el aprendizaje puede marcar una diferencia significativa en la mejora del rendimiento cerebral y el logro de tus objetivos educativos y profesionales. Si estás enfocado en incorporar conocimientos o incluso adquirir habilidades específicas, tené en cuenta estos consejos:

  1. Mantener una dieta saludable: Consumir una dieta equilibrada rica en nutrientes es esencial para el buen funcionamiento del cerebro. Alimentos como pescado (rico en ácidos grasos omega-3), frutas, verduras, nueces y granos integrales pueden mejorar la memoria y la concentración.
  2. Hidratación adecuada: El agua es fundamental para el funcionamiento óptimo del cerebro. La deshidratación puede afectar negativamente la concentración y la cognición, así que asegúrate de mantener una ingesta adecuada de agua durante el día.
  3. Ejercicio físico regular: La actividad física promueve una mejor circulación sanguínea, lo que ayuda a que el cerebro reciba suficiente oxígeno y nutrientes. Además, el ejercicio estimula la liberación de neuroquímicos beneficiosos para el aprendizaje y el estado de ánimo, como la dopamina y las endorfinas.
  4. Dormir lo suficiente: El sueño es fundamental para consolidar la memoria y facilitar el aprendizaje. Durante el sueño, el cerebro procesa y organiza la información recibida durante el día. Intenta dormir entre 7 y 9 horas cada noche para mantener tu mente alerta y receptiva.
  5. Practicar la meditación y la atención plena: La meditación y la atención plena (mindfulness) pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la concentración. Estas prácticas pueden promover cambios positivos en la estructura y la función cerebral relacionados con la memoria y el aprendizaje.
  6. Establecer objetivos claros y realistas: Tener metas claras y alcanzables ayuda a mantener la motivación y la disciplina en el proceso de aprendizaje. Dividir tareas complejas en pasos más pequeños y medibles facilita el progreso y evita la sensación de abrumo.
  7. Utilizar técnicas de estudio efectivas: Emplear estrategias de estudio adecuadas, como la elaboración activa (explicar conceptos en tus propias palabras), la autoevaluación y el repaso espaciado, puede mejorar la retención y comprensión de la información.
  8. Aprender mediante diferentes medios: Varía las fuentes de información y los formatos de aprendizaje, como lecturas, videos, audios o actividades prácticas. La diversificación del material de estudio puede fortalecer las conexiones neuronales y facilitar la retención.
  9. Estimulación cognitiva: Mantené tu cerebro activo y desafiado con actividades que requieran habilidades mentales, como rompecabezas, juegos de memoria, aprender un nuevo idioma o instrumento musical.
  10. Conexiones sociales y discusiones: Interactuar con otras personas y participar en discusiones sobre temas de interés puede enriquecer la comprensión y permitir el intercambio de ideas, lo que favorece la retención y el aprendizaje.

 

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