Con la presencia de la ministra de Educación, Claudia Balagué, el martes pasado, 29 de abril, el Gobierno de Santa Fe lanzó el segundo ciclo del programa provincial “Entramando Redes”, en la escuela secundaria N° 582 de Reconquista.
Del acto participaron de los establecimientos 523, 524, 582, 634, 8023, 8113 de Reconquista, y 520, 8206 y 8169 de Avellaneda, en el departamento General Obligado.
La iniciativa consiste en la socialización de proyectos educativos que hayan permitido repensar, modificar y transformar situaciones problemáticas de la vida institucional en todas sus dimensiones y donde esos obstáculos se plantean en la formación docente, en servicio y situada.
La ministra sostuvo: “Tenemos que pensar en la escuela como un lugar, que no es el único pero sí muy importante, desde donde reconstruir los lazos sociales”, y agregó: “Debemos reflexionar que la escuela como institución sigue cumpliendo, y hoy más que nunca, un rol fundamental: el rol de la socialización, de la convivencia. El rol de lo que cada uno de ustedes trabajó en estos proyectos educativos, que también son proyectos sociales y de trabajo en red como estamos proponiendo”.
En ese sentido, Balagué remarcó que la escuela está para enseñar pero también “para construir ciudadanía, para pensar, para estar juntos, para hacer análisis críticos. La escuela como institución social es lo que nos desafía, nos interpela y nos permite estar desarrollando estos programas juntos”.
Por su parte, Germán Falo, director de Enseñanza Privada, consideró: “Tenemos una profunda convicción que, desde la educación y el trabajo cotidiano, podemos potenciar distintas ideas, recursos y herramientas para cambiar una realidad”, y reiteró que “desde la educación es posible transformar una realidad y mejorarla”.
En relación a los objetivos y alcances del programa, Falo profundizó: “Tenemos que reconocernos para descubrir nuestras potencialidades, pero además reconocerlas en los otros. De esta manera, reconocernos implica definir cuáles son nuestros derechos y nuestras responsabilidades como actores y protagonistas del Estado en el territorio”.
Finalmente, resumió: “Una vez que estamos convencidos de que se puede, que estamos reconociéndonos y reconociendo al otro surge la necesidad de la articulación, de entramar todas las redes que sean posibles y necesarias, no solamente en el pequeño ámbito escolar sino con otros actores del Estado y la sociedad civil”.
En cuanto a los proyectos presentados, la directora de la escuela 520, Doris Eichenberger, detalló la situación que dio surgimiento al que elaboró su escuela y comentó que a diario se vivían situaciones de violencia. “Entonces -relató- una madrugada, sin poder dormir por la preocupación se me ocurrió un pequeño proyecto “Convivencia de colores”, que consistía en dividir la escuela en 10 colores, y semanalmente nos reuníamos por grupos y trabajábamos la autoestima, traíamos profesionales de la educación y la salud para que den charlas, y sobre todo trabajamos la convivencia en toda la escuela”.
Del proyecto están participando 108 escuelas con 1.500 docentes y más de 5.000 alumnos en Reconquista y Avellaneda, en Santa Fe, Rosario y Venado Tuerto, con el objetivo de construir una red entre diferentes instituciones escolares y de la comunidad, en un espacio colectivo para aportar a la formación de las/os docentes desde el diálogo de los diferentes saberes.
Además, en los encuentros donde se comparten los proyectos encaminados por cada institución educativa, se intenta interpelar e interrogar en la diversidad «de cómo se aprende lo que se aprende, y de cómo se enseña lo que se enseña» y que el docente pueda mirar la articulación entre la propia historia entramada en la realidad cotidiana.
Imagen: Archivo de imágenes.
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