“Desde el 2003 la educación superior es central en este modelo político, no sólo en los discursos sino también en los hechos, en el compromiso real y la toma de decisiones para invertir, asignar recursos”, afirmó Damoni y agregó: “Las 1.700 escuelas, las 4 millones de netbooks, las 9 nuevas Universidades son una realidad y han permitido un cambio estructural para que la educación sea más inclusiva”.
En cuanto a la educación pública sostuvo que no solo se define como tal porque la financie el Estado, sino también porque el conocimiento que se produce en las aulas, en los laboratorios, en los institutos, están al servicio de las mayorías, sobre todo de los sectores más postergados.
El Vicerrector Fabián Bicciré consideró que la Universidad no puede estar ajena al proyecto de transformación que se vive en materia de políticas sociales y científico tecnológicas. “En los últimos años experimentamos una alianza estratégica de esta Universidad con el Ministerio de Educación, en un hecho inédito que permitió tomar decisiones estratégicas”, dijo y agregó: “Queremos una Universidad pública de puertas abiertas, inclusiva, crítica y transformadora, en permanente interacción y diálogo con la sociedad”.
El Rector Darío Maiorana se refirió al concepto de desarrollo acuñado en los años 60 y 70 que categorizó a los países de la región, para afirmar que hoy no se puede plantear un desarrollo si no está unido a otros conceptos, como los de sustentabilidad, pertinencia e inclusión.
“En nombre del desarrollo, los grandes capitales llevaron adelante emprendimientos que tenían como fundamental objetivo la acumulación de riqueza y la avaricia”, cuestionó y aclaró que la sustentabilidad debe considerar el hábitat y la pertinencia: “No cualquier emprendimiento, porque solucione algún problema, es pertinente sino que debe tener en cuenta la conservación del medio ambiente e incluir a la mayoría de la población”.
En este sentido, expresó que el papel de las Universidades es plantear una voz autorizada respecto a distintas problemáticas, asesorar y asistir a los Estados cuando tienen que determinar políticas públicas ligadas a la inclusión y el bienestar de los pueblos.
Otra cuestión que destacó Maiorana es la cercanía cada vez más necesaria de las Universidades públicas con los Estados locales para poder generar cambios que sean pertinentes y tengan impacto.
“Desarrollo, pertinencia e inclusión social significa colocar a las comunidades por encima de los intereses y ahí debe estar el Estado protegiendo los derechos de todos y la Universidad, generando masa crítica y conciencia”, enfatizó.
Fuente: unr.edu.ar Imagen: Archivo de imágenes