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Robótica docente: ¿A qué se le llama y cuáles son sus beneficios?

Existen herramientas robóticas de aprendizaje que potencian la adquisición de habilidades tecnológicas en los estudiantes

En el mundo educativo, existen algunas universidades reconocidas por sus grandes aportes al mundo de la Pedagogía. Estas son, por lo general, reconocidas en los rankings que reúnen a los centros académicos más destacados del mundo.

El Massachussets Institute of Technology (MIT) es una de estas universidades pioneras, pues ha presentado decenas de avances que cambiaron radicalmente el rumbo de la educación. Uno de sus últimos aportes al respecto es la robótica educativa, que nace en el MIT con el primer software de programación para niños, según Universia.

¿Qué es la robótica educativa?

Esta herramienta se basa en saberes de Ciencia, Tecnología, Ingenieríay Matemática (STEM) para enseñar a los alumnos el método científico y fomentar la capacidad de innovación así como estimular la creatividad.

En sí misma, constituye una herramienta para docentes encargados de formar a los alumnos del siglo XXI. Pero además, puede considerarse como un complemento a diferentes metodologías educativas.

La introducción de robots en el aula permite:

– Incrementar la participación de los estudiantes.

– Aumentar el contacto de estos con la tecnología.

– Simplificar los procesos de transmisión de información.

– Propiciar el desarrollo del pensamiento crítico.

– Estimular la capacidad de resolución de problemas.

– Lograr un mayor compromiso de los estudiantes con su aprendizaje.

– Impulsarlos a elegir carreras tecnológicas.

– Promover el trabajo colaborativo.

¿Robótica docente?

Así como los docentes pueden aplicar la robótica educativa para lograr diferentes beneficios en sus estudiantes, también pueden formarse en la temática para sacar el mejor provecho posible del uso de esta tecnología en el aula.

De hecho, mediante hologramas y plataformas virtuales, los docentes pueden impartir sus lecciones en «formato robot». Es decir, transformarse a sí mismos o a objetos de estudio en hologramas tridimensionales que faciliten la enseñanza y promuevan un tipo de aprendizaje diferente, basado en el uso de todos los sentidos y de la experimentación.

Del mismo modo, existen universidades robotizadas, que cuentan con herramientas robóticas de aprendizaje que cumplen diferentes funciones tanto en las aulas como en espacios de laboratorio, biblioteca, etc.

Las posibilidades de esta tecnología parecen ser infinitas y transformadoras, por lo que incorporar su uso puede colocar a los centros educativos a la vanguardia de lo que ocurre en las principales potencias educativas del mundo.

Fuente: Universia Argentina

Imagen: tynmagazine.com