Un evento con público fiel, pero compras moderadas
La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, realizada en La Rural entre abril y mayo de 2025, sigue siendo uno de los encuentros culturales más convocantes de la región. Según la encuesta, ocho de cada diez asistentes ya habían visitado ediciones anteriores, lo que confirma el vínculo sostenido con el evento. La mayoría del público tiene estudios terciarios o universitarios y proviene de la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
Un dato que llamó la atención es que solo la mitad de los visitantes compró libros, mientras que el resto participó principalmente de las actividades culturales, presentaciones y firmas de autores.
Ventas e impacto económico
Durante los días de feria se vendieron más de 1,4 millones de ejemplares, con una facturación superior a los 21.000 millones de pesos. La gran mayoría de los expositores afirmó que sus ventas se mantuvieron o aumentaron respecto del año anterior, y más del 70 % calificó su experiencia como satisfactoria.
Perfil de compradores y géneros más elegidos
El 55 % de quienes compraron libros fueron mujeres, muchas de las cuales adquirieron ejemplares para otras personas. Los géneros más buscados fueron ficción, literatura infantil y juvenil, biografías y estudios literarios.
El estudio también mostró que la mayoría de los compradores adquirió entre uno y dos títulos, mientras que un segmento menor realizó compras de seis o más ejemplares. El tiempo promedio de permanencia en la Feria fue de dos a cuatro horas, lo que refuerza su atractivo como experiencia cultural.
Balance de las jornadas profesionales
Las jornadas previas dedicadas a profesionales del libro también recibieron una alta valoración. Más del 80 % de los participantes destacó la calidad de las actividades y sugirió profundizar contenidos vinculados a la tecnología y la inteligencia artificial en futuras ediciones.
Un clásico con desafíos
Los resultados del estudio confirman que la Feria del Libro es un espacio cultural y comercial clave para el sector editorial. Sin embargo, también señalan la necesidad de atraer nuevos públicos y fomentar mayores niveles de compra entre los asistentes, para consolidar su impacto económico sin perder el carácter de encuentro cultural.