Quimicuentos, es un proyecto que lleva adelante Doctora Sandra Hernández, el cual está basado en la idea de incorporar saberes vinculados a la química en el proceso de aprendizaje para que puedan ser transmitidos y resulten de utilidad en la vida cotidiana.
A partir del proyecto «Quimicuentos» se desarrollan historias que se basan en contenidos relacionados directamente con la salud y la vida cotidiana. Hernández, comenzó a partir de su experiencia en las materias iniciales de la carrera de Química. Su objetivo fue plantear un proyecto que reúna la ciencia y la literatura, y que tienda un puente entre los estudiantes y el conocimiento.
El mismo, surgió a partir de diversas motivaciones y, según señaló Hernández, no sólo abarcará material impreso, sino que también habrá e-books, audiolibros y obras de teatro. Del proyecto participan tres escuelas. Una de ellas para ciegos y disminuidos visuales. «Vamos a trabajar en audiolibros y libros en Braille para chicos y adultos, con enfoques diferentes, según la edad. Esto es algo que nos interesó desde el principio: que fueran escuelas ubicadas en puntos bien distintos de la ciudad, con chicos en diferentes contextos educativos y sociales».
Además de querer modificar esa visión distorsionada que tiene la Química en las escuelas, otro de los motivos que impulsó a la investigadora a desarrollar el proyecto fue la muletilla «los chicos no leen». «¿No leen o no leen lo que nosotros queremos que lean?, porque ahí están Harry Potter o la saga de Crepúsculo como ejemplos de que sí leen. Por eso apareció esta idea de ofrecerles algo divertido y que, a su vez, les deje contenidos».
«Somos muy respetuosos, y por eso también quisimos que las escuelas involucradas se sientan parte desde el inicio, trabajando con las sugerencias de los maestros de Lengua y Arte para incrementar la creatividad y la motivación. Nadie conoce a los chicos mejor que ellos. La idea es que nos marquen la temática tanto en Letras como en Naturales, de modo que los contenidos puedan combinarse bien dentro de las historias» explicó la investigadora, y agregó «por ejemplo, uno de los chicos de Química ya trajo una poesía excelente sobre la mezcla de lavandina con detergente, le puso música y hasta armó un videoclip. Otra de las chicas preparó una fábula sobre magnetismo, y también hay una obra de teatro en preparación».
Fuente: Infouniversidades.
Comentar