La formación facilita el aprendizaje por parte de los alumnos. Sin embargo, el verdadero reto del aprendizaje es que pueda ser evaluado, es decir, que pueda comprobarse que un alumno realmente ha asimilado lo aprendido en clase.
Y, desde le punto de vista de la enseñanza del aula, es importante determinar unos parámetros homogéneos que permitan comprobar el cumplimiento de los objetivos establecidos dentro de cada nivel de aprendizaje. Gracias a estos criterios, es posible determinar unos resultados oficiales, como asegura el sitio formacionyestudios.com.
Criterios de evaluación y excelencia formativa
De este modo, en el contexto académico, existen pruebas específicas para evaluar, en cada asignatura, cuál es el nivel de conocimiento de un alumno. Los estándares de aprendizaje pueden estar presentes en distintas materias. Por ejemplo, Matemáticas, Lengua y Literatura, Ciencias Naturales, Educación Cultural y Artística, Lengua extranjera e Inglés, Educación Física y Ciencias Sociales.
Estos estándares tienen un valor instrumental gracias a su enfoque pedagógico para garantizar que el alumno alcanza el conocimiento y el saber hacer necesario en un contexto determinado. A partir de estos estándares se establecen distintos niveles de requisitos que el alumno ha alcanzado y acreditan el punto en el que se encuentra actualmente. Esta es una nueva forma de evaluación exigente y funcional.
Cada profesor debe cumplir unas competencias fundamentales en su materia de estudio como facilitador de conocimiento. Por esta razón, las actividades elaboradas a lo largo del curso están en relación con los objetivos que debe alcanzar el grupo desde el punto de vista de los estándares de aprendizaje.
A lo largo de su etapa académica, el alumno desarrolla un conocimiento integral a partir de las distintas materias, por esta razón, debe superar los distintos estándares de las diferentes asignaturas.
Por tanto, la nota final de los alumnos está muy relacionada con estos estándares de calidad. Desde el punto de vista temporal, en cada evaluación trimestral, el profesor imparte unos contenidos específicos. Existe una relación entre los distintos contenidos. En cada bloque, existen unos parámetros de criterios que sirven para evaluar.
Atención a la diversidad
Por medio de estos parámetros establecidos, una asignatura alcanza su excelencia al centrar la atención en los aspectos fundamentales del conocimiento, frente a otros posibles aspectos también vinculados con la materia pero secundarios.
Teniendo en cuenta que el curso escolar tiene un plazo concreto, es fundamental gestionar los meses por medio de un plan de acción adecuado que pone los medios necesarios al servicio del fin: la formación y capacitación de los alumnos por medio de un progreso que queda acreditado en la evaluación.
Estos estándares también aportan un orden a los contenidos enseñados al servir de guía en la elección de las actividades del aula. Puesto que las actividades deben estar en relación con dichos estándares de aprendizaje como herramientas que permiten al alumno comprender un tema determinado.
Evaluación constante del alumno
Por medio de estos estándares de aprendizaje se otorga al conocimiento un carácter objetivo, es decir, real y comprobable. De este modo, es posible determinar el punto en el que se encuentra un alumno. Y, por ello, una nota no depende del criterio subjetivo del profesor.
Imagen: lynn-singer.com
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