Las Escuelas «NINA» de Entre Ríos crearon el proyecto «Cultivando Unión, Cosechando Amistad», que busca establecer huertas en las instituciones educativas de esa provincia, para fomentar los «vínculos interpersonales, el acercamiento de la comunidad, familia y escuela y generar conciencia ambiental».
Asimismo, la iniciativa busca el fortalecimiento de la asistencia escolar y la recuperación del sentido de participación, apuntaron en un comunicado.
La huerta escolar es un espacio de aprendizaje en donde se pone en práctica una teoría atravesada por distintas áreas del currículo, que visibiliza competencias y destrezas procedimentales.
Es un lugar de trabajo, de disfrute, y donde surgen intercambios y habilidades sociales, entre charlas, risas y juegos, agregaron.
En tanto, los estudiantes llevarán a sus hogares la producción que se logre para su consumo.
También se prevén actividades de monitoreo, seguimiento, acompañamiento y evaluación para así relevar aspectos a mejorar y redireccionar e identificar aquellos que irán a sostenerse para fortalecer, promover e institucionalizar el proyecto.
Experiencias y amistad
La directora de la escuela Urquiza, Carolina Godoy, dijo que la idea surgió con la necesidad de «compartir experiencias» y para «entablar un lazo de amistad» con otras instituciones.
Su par de la escuela Aeronáutica Argentina, Juana Rojas, manifestó que el proyecto es «innovador», porque implica el aprendizaje del niño «en el compartir», y permite que vea la huerta «puede servir para su propia producción, subsistencia y una posible salida laboral».
Los estudiantes «también aprenden a cuidar el ambiente y cómo trabajar la tierra».
La tallerista de esa escuela, Julia Lucher Martes, precisó que el objetivo principal es «unir las escuelas, compartir experiencias, aprendizajes, pensando siempre en los alumnos», que ven el compromiso «de sus seres queridos y esto es muy importante».
La supervisora de Educación Primaria de Entre Ríos, Amalia López, destacó la «construcción colectiva en las zonas» y que proyectos como estos «pueden replicarse».
Además, consideró que en el proceso de enseñar y aprender «todos los actores que intervienen crecen como lo hace un árbol», con valores de solidaridad y tolerancia y aprendiendo a «esperar, debatir, acordar, respetar y que el esfuerzo diario y sostenido tiene recompensa».
Las escuelas NINA son instituciones primarias que albergan alumnos de sectores vulnerables de la provincia y que, desde 2012, extendieron su jornada escolar, con el objetivo de establecer una propuesta curricular formativa.
Su denominación es un homenaje a la educadora Nélida “Nina” Landreani y durante la jornada dictan instancias de profundización del estudio, y talleres de cultura, arte, música, deporte, teatro, tecnologías y danza, entre otros, con diferentes formatos de organización pedagógica.
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