El proyecto de Presupuesto 2026 que el Poder Ejecutivo envió al Congreso plantea una mejora en los fondos para educación, pero sin revertir el retroceso de los últimos años. La inversión nacional en el área alcanzaría el 0,75% del PBI, por debajo del 1% por tercer año consecutivo, algo que no ocurría desde hace más de una década.
Según el informe “Presupuesto educativo nacional 2026”, elaborado por Argentinos por la Educación, el gasto en la función Educación y Cultura ascenderá a 6,8 billones de pesos a precios de 2025, lo que representa un aumento real de entre 4,4% y 8%, dependiendo de la inflación estimada. La recuperación, sin embargo, no alcanza para compensar la caída acumulada desde 2018.
📉 Un peso cada vez menor en la economía
La participación de la educación dentro del PBI se viene achicando de forma sostenida: del 1,59% en 2015, pasó al 0,86% en 2024, y se proyecta 0,75% en 2026. El Gobierno también propone derogar el artículo 9° de la Ley de Educación Nacional, que establecía la meta del 6% del PBI sumando Nación y provincias, un objetivo cumplido solo en 2015.
El recorte no es sólo nacional. Las provincias —que financian tres cuartas partes del gasto educativo público— también redujeron su inversión, especialmente a través de los salarios docentes, aunque la falta de datos públicos impide conocer el impacto total.
📊 Recuperación moderada y prioridades
La evolución del gasto educativo nacional muestra un período de estabilidad hasta 2017, seguido de una caída entre 2018 y 2020, un repunte parcial entre 2021 y 2023, y una nueva contracción en 2024 y 2025. La leve recomposición prevista para 2026 dependerá del cumplimiento de los supuestos económicos del Ejecutivo.
“El Presupuesto 2026 sugiere el inicio de una posible reversión del profundo ajuste que caracterizó al sector educativo durante los últimos años”, afirma Javier Curcio, coautor del informe. Y agrega: “Es imprescindible recuperar un consenso federal que reinstale el compromiso del país con la educación y la ciencia”.
El economista Santiago Bulat coincide en que el aumento “es una buena señal”, pero advierte que “más importante que el cuánto es el cómo”. Según explica, “los resultados educativos vienen cayendo hace años; el foco debe estar en articular Nación y provincias y fortalecer la educación desde las edades más tempranas”.
🎓 Universidades
Las universidades nacionales siguen concentrando la mayor parte de los fondos: el 77% del presupuesto de la Secretaría de Educación se destinará al programa de “Desarrollo de la Educación Superior”. En cambio, los programas de educación obligatoria y superior no universitaria absorberán apenas el 14,6%.
El Plan Nacional de Alfabetización será el segundo programa en importancia, con el 9,2% del total. Según el informe, los recursos se concentrarán en la ampliación de la jornada extendida, que se llevará el 82,1% del financiamiento del plan.
“El recorte en infraestructura y equipamiento, de un 63% nominal, profundiza las desigualdades y limita la alfabetización digital”, advierte Jorge Lo Cascio, economista y docente.
💬 Voces en debate
“El Presupuesto 2026 muestra una clara opción política por la educación al colocar a la Secretaría entre las áreas con mayor incremento de fondos”, destacó el exdiputado Eduardo Amadeo, quien consideró que “la nueva situación política ofrece una oportunidad para consensuar cambios estructurales que mejoren las capacidades del país”.
Por el contrario, el investigador Juan Ignacio Doberti señaló que el informe “expone la consolidación del desfinanciamiento educativo que se dio en 2024 y 2025” y que “el Estado nacional se retrae a un rol limitado, dejando de lado programas clave para la educación básica”.
🔍 Un desafío de fondo
El presupuesto educativo de 2026 deja entrever un intento de recuperación tras el ajuste, pero el sector continúa lejos de los niveles de inversión necesarios para revertir los déficits de aprendizaje.
Como sintetiza Osvaldo Giordano, presidente del IERAL, “el desafío es pasar de un ajuste rudimentario a un equilibrio fiscal sostenible y de calidad. El foco debe estar en mejorar la gestión y los resultados, más que en los porcentajes”.






