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Perspectiva: Carlos Calvo Muñoz.

«Educar es sorprender con el misterio, se puede aprender también, con poco esfuerzo, con menos inversiones y dando valor al ser natural».

Carlos Calvo Muñoz es licenciado y docente de Filosofía de la Universidad Católica de Valparaíso, tiene un posgrado en Educación y una maestría en Artes y Antropología de la Universidad de Standford (EE. UU.). Es académico posdoctoral de Standford y de la Universidad de Lovaina, Bélgica y docente invitado en universidades de Latinoamérica, EE. UU., Europa, India y China.

El Dr. Carlos Calvo, ha tenido una vida plena de vivencias, entrega y logros en las más diversas latitudes. Sus más cercanos maestros, Paulo Freire y Martin Carnoy, han marcado su producción intelectual en la antropología educacional con un sello provocador, caracterizado por la promoción y profundización hacia el cambio de paradigma educativo. Decenas de publicaciones científicas de su autoría llaman a des-escolarizar la escuela para dar espacio a la apropiación de una propuesta que tiene sus raíces en la informalidad, en el afirmar que se puede aprender también, con poco esfuerzo, con menos inversiones, dando valor al ser natural, perspectiva descrita en su última publicación, «Del mapa escolar al territorio educativo. Disoñando la escuela desde la educación» (2008), libro que en un año obtuvo tres ediciones.

De esta forma el especialista expone la diferencia entre Educar y Escolarizar, «Educar es crear relaciones posibles, mientras que escolarizar consiste en repetir relaciones preestablecidas. Las relaciones son posibles porque emergen del caos que tiende a ordenarse, por el contrario, están preestablecidas cuando siguen el ordenamiento curricular preinstituido. Educar es sorprender con el misterio, mientras que escolarizar es aprender a resolver problemas. El misterio fluye generando incertidumbre e improvisación. El problema se describe, se analiza y se soluciona si algún imprevisto no interviene».

Asimismo en sus escritos también señala el concepto de educar o escolarizar el cuerpo, y explica «en la escuela el cuerpo es un problema que se controla en salas cerradas, en tiempos restringidos y sentándolo en sillas. Así, es difícil que la escuela recupere el cuerpo lúdico, explorador de senderos ignotos y experimentador de novedades, un cuerpo que es lugar y tiempo para ser y para estar, que se vive como misterio que hay que disfrutar, y no como problema que se debe soportar, como un cuerpo complejo, único, total, sinérgico, y no como un cuerpo complicado, dividido en partes, algunas de las cuales avergüenzan y se teme enseñar».

Fuente: /www.rieoei.org / www.elobservatodo.cl