En el marco de la V Jornada Académica de Gestión y Dirección de Instituciones Educativas organizada por la Escuela de Educación de la Universidad Austral, el presidente de la Academia Nacional de Educación, Dr. Pedro Luis Barcia, inauguró la actividad con una conferencia titulada «La lengua, ¿escalada de violencia o puente dialogal?».
El lema elegido para esta jornada, que se llevó a cabo en el Campus de la Universidad en Pilar, ha sido «Instituciones Educativas: clima, conflicto y diálogo”. La actividad concluirá hoy con la exposición de Max Gulmanelli, subsecretario de gestión educativa del Gobierno de la Ciudad, acerca de “Acuerdos y diferencias, el desafío de ser y hacer comunidad educativa».
La ponencia del Dr. Barcia fue presentada por el director de la Escuela de Educación de la Universidad, Dr. Julio Durand: “En un clima de crispación, en donde las leyes son violadas por quienes deberían ser líderes sociales, las escuelas deben ser causes para la convivencia pacífica. Espero que estas jornadas contribuyan a cultivar la cultura del encuentro a la que nos invita nuestro Papa Francisco, y a hacer de las escuelas instituciones de diálogo pacífico”.
Matices del lenguaje
El presidente de la Academia Nacional de Educación expuso primero acerca de la importancia de la enseñanza en el uso del lenguaje. “Goethe hablaba de la sabiduría de lo gris, de la importancia de los matices. Aunque los argentinos tenemos una tendencia al maniqueísmo, esto le permite al alumno la posibilidad de enriquecerse y de flexibilizar el pensamiento. En Facebook uno posee la posibilidad de “me gusta” o “no me gusta”, sin embargo es más rica la sabiduría del paisano, que contesta “a según””, explicó el lingüista argentino. De este modo, agregó: “los matices evitan caer en los extremos o en el acostumbramiento: el alumno vive diciendo que se aburre en clase. El acostumbramiento es la muerte de la clase y de la creatividad. Hay un mínimo de histrionismo que hay que manejar. Bertold Brecht decía que todo docente debe hacer un curso de desenvoltura teatral.”
En segundo lugar, el profesor emérito de la Universidad Austral, destacó la ubicuidad que posee la violencia hoy en la sociedad. “La escuela es una caja de resonancia de varias de esas causas”, enfatizó. Entre esas causas, mencionó la anomia de la familia que dejó de lado los acuerdos, la formación actitudinal de los hijos. “El carnet de auto conducción lo debe extender la familia, no la escuela”, sostuvo.
Frente a esta situación sugirió la incorporación del diálogo como contenido y como método de enseñanza en las escuelas: “la oralidad no se enseña y el hombre se comunica por ella en un 85% de su vida cotidiana”. Según el experto, “el diálogo interactivo ha alejado a los alumnos del diálogo real”. Esta capacidad de dialogar es, según Barcia, importante porque supone incorporar el respeto que significa “mirar dos veces la misma cosa”. Además, continuó, detenerse a mirar nuevamente permite ser revolucionario: “solo al mirar nuevamente algo, se sabe qué es lo que debe cambiarse”. Por último, la enseñanza del diálogo debe permitir el desarrollo de la capacidad de preguntar: “la muerte de la pregunta debiera preocuparnos”. “Según Francisco la escuela debería acoger todas las preguntas”, concluyó.
Imagen: Universidad Austral