El proceso de orientación vocacional ocupacional busca dar respuesta a adolescentes, jóvenes y adultos, que se encuentran con dificultades a la hora de elegir o reelegir una carrera, cambiar de trabajo o definir qué rumbo darle a su carrera profesional. En todos los casos el objetivo es brindar un asesoramiento y acompañamiento para que el consultante pueda hacer una elección basada en sus intereses, valores, motivaciones, fortalezas, expectativas; siempre teniendo en cuenta además la oferta educacional a la que puede acceder y la situación del mercado respecto a esa oferta. Implica armar o reformular un «proyecto de Vida» que está basado en el conocimiento y la información sobre el propio sujeto, las posibilidades y expectativas de la familia y la realidad social, económica, política y cultural.
En este proceso el consultante tiene un rol sumamente activo, ya que debe ser el principal protagonista en la toma de la decisión resultante. El orientador acompaña dicho proceso en el cual se juegan muchas ansiedades, inseguridades y miedos propios de todo proceso de cambio. Su tarea principal implica estimular el diálogo, incentivar el autoconocimiento y la búsqueda de datos relevantes, favoreciendo luego la elaboración y postura personal frente a la información obtenida.
En el caso de la orientación vocacional se aconseja y recomienda la búsqueda de información sobre posibles carreras, instituciones en las cuáles se dicta, profundizar en planes de estudio de las carreras que son de interés, evaluar áreas de incumbencia y salida laboral, tomar contacto con profesionales de dichas carreras que puedan brindar información detallada del día a día de trabajo, entre otros. El conocer el futuro lugar de estudio, la institución, y también los posibles ámbitos de trabajo ayuda al consultante a ir formándose una aproximación sobre lo que será su vida académica y en un futuro su vida laboral.
Lee el artículo completo en la edición N°13 de Aptus Propuestas Educativas.
Por Lic. María E. Stegmann | maria@stegmann.com.ar
