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Niños y niñas de Rosario participan de las Rondas de Paz

Son talleres de prevención de violencias y resolución pacífica de conflictos en escuelas y clubes. Ya involucraron a más de 1.500 participantes y se estima otros más de 4.000 hasta final de año

Con el objetivo de promover la participación democrática, la comprensión, la tolerancia y la solidaridad para una convivencia respetuosa, así como la prevención de las violencias entre niños y niñas de la ciudad, la Municipalidad de Rosario viene llevando adelante, junto a la organización Aldeas Infantiles, las Rondas de Paz en clubes y escuelas de diferentes barrios.

Se trata de una serie de talleres sensibles, seguros y amigables de intercambio y concientización, en los que se posibilita el desarrollo de vínculos positivos a partir del abordaje de aspectos como el respeto, la cooperación y la construcción de consensos y se fomenta la comunicación participativa desde el diálogo y la escucha activa, y aptitudes como la empatía y la aceptación de las diferencias para la prevención de las violencias y el autocuidado.

De esta manera, desde abril de este año, y en el marco del Plan Cuidar, se han llevado a cabo alrededor de 90 encuentros en distintas escuelas y clubes, alcanzando a más de 1.650 niñas y niños.

Con esta proyección de encuentros y estando el proyecto ya en marcha, se estima que entre septiembre y fines de noviembre 2022 se desarrollarán otros 90 encuentros (30 mensuales) en escuelas, llegando a trabajar con 3.500 niños y niñas aproximadamente, y 10 talleres en clubes alcanzando a 1.000 niños y niñas que participan en espacios deportivos de la ciudad.

Voces

Nicolás Gianelloni, secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, comentó al respecto que el fin de estos encuentros es «generar un espacio que facilite el desarrollo de vínculos positivos a partir del respeto, la cooperación y la construcción de consensos, fomentando el diálogo y la escucha activa, para la prevención de las violencias y el autocuidado en niñas y niños participantes».

El subsecretario de Desarrollo Humano, Lucas Raspall, se mostró muy satisfecho con esta iniciativa: “Acciones como ésta que hoy llega a miles de niñas y niños en la ciudad apuntan no sólo a generar conciencia respecto de lo nocivas que pueden ser entre ellos conductas como el bullying u otras formas de violencia, sino que configuran también una instancia de diálogo, de escucha, donde sus voces y sus demandas pueden expresarse con libertad, y los adultos tenemos el compromiso de escucharlas y tomarlas como insumo a fin de hacer una ciudad mejor para las infancias y las juventudes”.

Desde la organización Aldeas Infantiles, Melina Arrieta relató: “Construimos junto a la Dirección de Integración de Políticas de Cuidado el dispositivo, se elaboraron las materialidades y los talleres de Rondas de Paz comenzaron a realizarse en el mes de abril. Todas las escuelas a las que hemos llegado reciben el taller en sexto o séptimo grado con mucha predisposición y agrado, ya que allí se perciben serias y variadas dificultades de convivencia que tienen relación con los dos años excepcionales de pandemia. Ante esta lectura, las escuelas asumen la realización de estos talleres como una instancia de abordaje de estas problemáticas”.

Rondas de Paz, otra herramienta para las escuelas

“La evaluación que hacemos de la implementación de los talleres es sumamente positiva, se evidencia que esta propuesta viene a sumar a las escuelas una herramienta que aporta a resolver o al menos abordar con mayor éxito las dificultades convivenciales y vinculares que existen en las instituciones. Compartimos el objetivo de habilitar a los niños y niñas a construir modos de vincularse sin violencias; a sentirse parte de una grupalidad; a respetar y reconocer la riqueza que se alimenta de las diferencias, resignificando el concepto de paz. Tenemos en común, también, la premisa de que la escuela como institución, con el acompañamiento y compromiso de otras instituciones y organismos del territorio, tiene una función crucial en la tarea de reparar las heridas sociales, a través de la afectividad, el diálogo y la grupalidad como motores que potencien la convivencia pacífica”, cerró Arrieta.