«Los más solos de la Tierra. Acerca del Síndrome de Asperger» (400 Golpes, 2020), de Silvia Beltrán, narra la historia de un niño con este trastorno y la vida y visión de su madre al respecto. Uno (o varios) trayectos que conforman un proceso dificultoso y, por momentos, desesperante.
Aprovechando los dotes literarios de Beltrán, la autora decidió volcar su experiencia en este texto definido por ella misma como «catártico y doloroso». Y, a través de su propio sello editorial, decidió re-editarlo junto a su otra obra, «Desalmada». El material había sido previamente publicado por la Municipalidad de Santa Fe tras obtener el primer puesto en la categoría Ensayos en el Premio Literario de dicho municipio en el año 2020.
Catarsis devenida en Ensayo
Si bien se había prometido a sí misma no «exponer la situación de su hijo porque fue todo demasiado traumático», 15 años más tarde necesitó quebrar dicha promesa. Así apareció este ensayo en clave de novela. En diálogo con Télam, la autora refirió que la escritura le dio la posibilidad de contar la creación de su propio vínculo materno con un «diverso». Ello, en medio de la guerra por la inclusión, buscando explicaciones científicas y brindándole un encuadre «doméstico».
En el ensayo, la autora vio «la oportunidad de difundir la problemática del Asperger utilizando ese género en el que no tenía que dar nombres como un vehículo».
No incluir su nombre fue la única condición que el hijo de Silvia le solicitó cumplir para autorizarla a publicar el libro. «Lo convencí a partir de la idea de que algo así podría ser leído por personas que tuvieran algún familiar con su problemática y que podrían sentirse acompañadas y comprendidas«, añadió.
La denuncia reivindica
Así, la autora -y también abogada- indicó que la publicación permitía denunciar abriendo caminos. Esto es debido a que durante muchos años debieron enfrentarse a grandes trabas y dificultades principalmente por arribar a un diagnóstico certero, hallar las deficiencias del sistema educativo en pos de la integración, entre otras cuestiones.
En la actualidad, el joven logró desarrollarse -está por graduarse como traductor de inglés con un altísimo promedio, y trabaja como personal bilingüe en una plataforma extranjera- y, según su mamá, se trata de «un buen presagio para quienes se desesperan por el futuro de sus hijos« a partir de un diagnóstico correcto. Sin embargo, no tiene amigos ni se relaciona con nadie. «Es un excéntrico que lleva una vida absolutamente solitaria», indicó.
Por ello, el lazo con la madre se volvió/vuelve fundamental. Es el más contundente, el que está siempre señalado y carga con la parte más crítica, más allá de la existencia de padre, hermanos, abuelos. Sobre el material, Beltrán concluyó: «El libro está escrito a modo de pretendida ‘conversación’. Yo soy su madre y le estoy contando a él lo que pasó».
