La semana pasada, más de 200 docentes de escuelas de nivel primaria de las localidades de Pérez, Soldini y Zavalla participaron del encuentro organizado por GERDAU en el marco del proyecto “Leer más, compromiso compartido”, programa educativo que la empresa viene desarrollando desde hace cinco años.
Beatriz Actis, editora y especialista en promoción de la lectura y enseñanza de la literatura, fue una de las disertantes del encuentro y su charla se centró en una temática particular dentro del campo que es el criterio de selección de textos, es decir, cómo seleccionar textos literarios para leer en la escuela.
La idea fue poder trabajar planes lectores en el aula: “Abordé aspectos claves: el mediador de la lectura de otro debe ser lector también, tenemos que recuperarnos como lectores, y ante esta encrucijada de qué texto selecciono, es cuestión de tener un criterio propio para poder abrir el canon y que no se trabaje siempre los mismos tipos de textos; que haya variedad de opciones”, expresó Actis en diálogo con este medio.
La escritora sostiene que la literatura entra en diálogo con otros discursos sociales, entonces es importante “ofrecer una variedad de género de autores, de estéticas, ampliando los límites para estimular a los niños y que encuentren aquello que los interpelen”, afirmando que la tarea de selección de textos no es individual, “es interesante trabajarla en pareja pedagógica, que se planifique institucionalmente para que haya como una progresión”.
Rejerarquizar la literatura
Uno de los aspectos que destaca Actis es que muchas veces en las escuelas primarias, donde las materias están divididas por áreas que suele dar una misma docente, no se diferencia la Lengua de la Literatura, cuando en realidad tienen objetos diferentes: “La Lengua es muy significativa y a veces hay mucha presión sobre ella. Parece que todo el sistema le está diciendo al docente ´los chicos no leen´, ´los chicos tienen errores de ortografía´ y que depende solo de eso, cuando en realidad no es así, sino que depende de un trabajo conjunto de todas las áreas”.
La especialista sostiene que en algunas ocasiones sucede que el espacio de la Literatura parece un espacio “más relajado”, relacionado con el arte, entonces no se planifica. “En el hueco que le queda al docente luego de dar Lengua, se lee un cuento, un poema. La idea es poder rejerarquizar el objeto literatura. También se planifica y tiene un lugar considerable. Hay un diálogo permanente con la Lengua”.
Ampliar el canon
Consultada respecto a cómo se establece hoy lo que “hay que leer y lo que no”, la profesora en Letras expone que “lo que se lee en la escuela es lo que el canon literario escolar determina que los alumnos deben leer y eso va cambiando con las épocas”.
Actis no cree que haya que terminar con las lecturas obligatorias de la enseñanza tradicional: “Hay determinadas lecturas que si el chico no las lee en la escuela no las va a leer en ninguna otra parte”, pero sostiene que es necesario que ese corpus se amplíe: “El tema sería ampliar ese corpus que responde a un canon para que tengan lecturas más variadas para motivar al lector, variedad de autores, de estéticas, de la tradición oral y la escrita, contemporáneos y antiguos, comics, crónicas, dialogar con otros discursos”.
Estrategias en medio del fragmentarismo
La especialista explica que la motivación de la lectura no pasa solo por la selección de textos porque “podés tener textos muy interesantes y leerlos de manera muy rígida, tampoco sirve; habría que analizar el cómo no solo el qué”.
La escritora expone una realidad ineludible: “No es fácil dar clases hoy, no es fácil estimular la lectura hoy” y explica que hay mucho fragmentarismo y hábitos de consumos culturales muy diferentes. “Por eso, elegir textos variados es una estrategia para captar su atención. Pero creo que no hay que resignar hoy los textos canónicos y hay que pensar por ejemplo, cómo hago yo hoy para dar el Quijote”, cuenta.
Actis sostiene que proyectos como el de leer la Divina Comedia en Twitter, iniciativa de Pablo Maurette, un docente argentino, “instala el tema y puede ser un primer paso para llamar la atención sobre algo. Hace 30 años que doy clases y uno siempre aprendió que no hay que dar fragmentos de textos pero hoy en día parece la mejor opción para trabajar bien determinadas lecturas”.
“Hay que tener cintura didáctica y flexibilizar también, hay propuestas interesantes que juegan intertextualmente, diferentes versiones bien hechas que pueden ser una puerta de entrada para trabajar el argumento general. Lo que genera el docente es un clima de lectura, un clima semántico, que entren y salgan de esos textos”, expone la especialista.
Leer en la era digital
Por último, acerca de si en la era digital se lee más o menos que antes, Actis explica que los conceptos de lectura y escritura cambian, no son conceptos rígidos, son construcciones sociales. “No se leía igual en el siglo XI que lo que se lee ahora y se va a leer en 50 años. La lectura silenciosa que a uno le parece lo más común es un invento de hace algunos siglos nada más porque antes se leía solo en voz alta. A uno le parecen que son conceptos dados y leer y escribir son conceptos que evolucionan”.
“Nadie navega por internet si no lee ni escribe. Yo creo que se lee mucho pero cosas distintas y de otra manera. No me parece mal que alguien abrevie escribiendo en Twitter o Whatsapp porque son códigos nuevos para nuevos formatos pero el tema es no perder las otras competencias que son herramientas para la vida, para aplicar a un trabajo, para escribir una carta de reclamo. El problema es cuando uno puede manejar solo un formato y no otro”, dice Actis y concluye: “Leer es comprender, tener espíritu crítico y escribir es argumentar. Me preocupa que a veces no estemos educando niños y jóvenes versátiles para manejarse en la lectura y escritura en distintos contextos”.
Imagen: pinterest.de
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