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Libro sobre la primera expedición terrestre de Argentina al Polo Sur

El abogado laboralista Damián Descalzo es uno de los autores de un libro que se propuso echar luz sobre una historia olvidada, la primera expedición terrestre de la Argentina al confín más austral del mundo -el Polo Sur-, que en 1965 encabezó el entonces coronel del Ejército, el salteño Jorge Edgard Leal, fallecido en 2017, gesta de soberanía de la que poco se habla y que contribuyó a reforzar la presencia y los reclamos del país sobre la Antártida.

Descalzo escribió junto al periodista Daniel Parcero el libro «General Jorge Leal. Héroe del Polo Sur y prócer de la Patria Grande» (editorial Ciccus), que acaba de ser publicado, biografía del militar que tras comandar la expedición al Polo Sur -la primera que llegó hasta allí desde el Mar de Weddell, ruta que hasta ese momento nadie había transitado- fue reconocido por el entonces presidente, Arturo Umberto Illia, y unos años después asumió al frente de la Dirección Nacional del Antártico.

Aquel viaje al extremo austral del planeta, bautizado como Operación 90 por la localización geográfica del Polo Sur (en la jerga de los cartógrafos, 90 latitud sur), se prolongó por 66 días, soportó temperaturas de 30 o 40 grados bajo cero, y fue protagonizado por diez efectivos del Ejército que recorrieron más de 2900 kilómetros de ida y vuelta en seis vehículos orugas para nieve del tipo Snowcat más trineos con perros de arrastre.

El viaje de Leal reafirmó la presencia argentina sobre la Antártida, una de las pocas acciones estatales que se sostuvo durante más de un siglo.

«El involucramiento de la Argentina en la Antártida es una de las pocas políticas de Estado de este país, que no se caracteriza por tener continuidad en las políticas públicas», subrayó Descalzo en diálogo con Télam.

En materia antártica, la Argentina es uno de los siete países que ya había reclamado soberanía territorial sobre una franja de la Antártida al momento de suscribirse el Tratado Antártico, en 1959, un acuerdo que congeló los litigios territoriales.

Además, es una de las naciones con mayor cantidad de bases propias -6 permanentes y 7 temporales- emplazadas en el continente de hielo: en su gran mayoría dependientes del Comando Conjunto Antártico de la cartera de Defensa.

Para fundamentar sus derechos sobre una porción del territorio antártico, ya desde las primeras décadas del siglo XX, la Argentina se basó en consideraciones históricas, por la presencia humana desde 1904, como también geológicas, por la contigüidad territorial, la proximidad a la Argentina continental americana.

«Leal entendía que para defender nuestros derechos en el continente antártico había que llevar adelante una política de desbalcanización, y por eso promovió, desde la Dirección Nacional Antártica, la creación de la Reunión de Administradores de Programas Antárticos Latinoamericanos, conocida como Rapal», reveló Descalzo, quien tras graduarse en Derecho realizó una maestría en Derecho Laboral en la Untref y otra en Relaciones Internacionales en la Universidad de Bolonia, Italia.