En los últimos meses escuchamos que son pocos los niños y las niñas que logran entender lo que leen. Esta situación es alarmante y señala que estamos ante una emergencia educativa que de no ser transformada podría impactar gravemente en la vida de toda una generación, y también en la economía del país. Todas las personas vinculadas a la educación están de acuerdo en que hay que trabajar para dar vuelta esta situación.
Si bien las causas son múltiples y complejas, hay estrategias que indiscutiblemente tenemos que empezar a implementar. Una de estas estrategias tiene que ver con la alfabetización inicial: para que un niño o una niña pueda comprender lo que lee tiene que poder decodificar el código alfabético con fluidez, de una manera automática y rápida, porque sólo así se puede pasar de la decodificación de los grafemas y sus sonidos a la construcción del sentido.
En respuesta a este problema, con el apoyo de BID Lab (el Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo), Wumbox desarrolló “Leo Leo”, un programa de alfabetización inicial que busca potenciar la enseñanza de la escritura y la lectura con una propuesta lúdica y participativa. “Leo Leo” es una aplicación diseñada a partir de varias estrategias pedagógicas que han demostrado ser eficaces para aprender a leer y a escribir. Las actividades, dirigidas a niños y niñas de 5 a 8 años, ponen en práctica la conciencia fonológica, la memoria, la motricidad fina, la atención, todas habilidades implicadas en el proceso de alfabetización.
Lo más destacable de la aplicación es que se trata de un juego que motiva a los chicos y las chicas, despertando en ellos las ganas de aprender y el deseo de practicar, que es otro factor fundamental para la alfabetización. A escribir y a leer se aprende escribiendo y leyendo, es decir, que hay una etapa en la que es fundamental el ejercicio para lograr fluidez en estas habilidades.
La alfabetización en las comunidades rurales
Con el apoyo de la Fundación Bunge y Born, en mayo de este año el equipo de Wumbox recorrió algunos pueblos rurales de las provincias de Tucumán y Catamarca. A través de alianzas con distintas organizaciones de la sociedad civil, el equipo visitó 24 escuelas rurales. Allí trabajaron con los equipos educativos y las familias de cada comunidad.
“Durante los encuentros con los niños y niñas mostramos cómo aplicar el test de habilidades fonológica básicas, un “screening digital”, una evaluación corta, que cualquiera puede hacer y que permite conocer el nivel de alfabetización de cada chico o chica”, comenta Ignacia Donoso, del equipo de implementación de Wumbox. “Con los y las docentes trabajamos sobre cómo usar Leo Leo para acompañar el proceso de alfabetización que se da en la escuela, y también los orientamos sobre cómo utilizar las computadoras o proyectores que puedan tener en el centro educativo para potenciar la propuesta. Además, trabajamos con las madres y los padres, ya que la app está diseñada para que ellos acompañen a sus hijas e hijos en este proceso desde el hogar. Con ellos conversamos sobre distintas estrategias para que la descarga sea efectiva”, agrega.
Un proyecto que trasciende fronteras
El objetivo inicial del proyecto era alcanzar a 30.000 niños y niñas de todos los países hispanohablantes de Latinoamérica. Para implementar el “Leo Leo”, el equipo de Wumbox comenzó a trabajar con varias organizaciones sociales de contextos vulnerables urbanos y rurales de Argentina, Uruguay, Perú y Chile.
“La recepción ha sido súper buena, la verdad es que la alfabetización es algo que preocupa y ocupa a todos. Estamos viendo que hay muchas maneras de implementar la aplicación. En Chile, por ejemplo, algunas organizaciones trabajan con un modelo de tutorías, son maestras o psicopedagogas que visitan a las familias y les hacen un seguimiento. En Argentina, algunas maestras rurales nos cuentan que los niños y las niñas usan la aplicación en sus casas y en la escuela comentan lo que hicieron, o también sacan a grupos reducidos del aula para trabajar con la aplicación”, agrega Victoria Bianchi de Carcano, una de las fundadoras de Wumbox.
Fuente: fundacionbyb.org Foto de Kelli McClintock en Unsplash
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