“Temperantia” es el nombre de la obra que se puede recorrer por dentro y que se divide en cielo, de donde cuelgan cuerdas de fibras vegetales y una constelación de burbujas creadas en cristal soplado, porcelana y cerámica, y la tierra, en madera, cerámica, porcelana, cristal, fibras vegetales y luz, de donde surgen líquenes, esporas y filtraciones creados con caolines patagónicos y arcillas del centro de Brasil.
La instalación inspirada en el movimiento de las burbujas dispara “miles de simbologías, como la icónica imagen de una mujer realizando el trasvasado de un líquido de un recipiente a otro, pero también la armonía, o un espacio de santuario”, cuenta Battistelli.
Los colores rojos, verdes, naranjas, amarillos, ocres, blancos, cristalinos y azules atraviesan la impactante pieza realizada con materiales que es poco común ver en el arte contemporáneo y que el santafesino incorporó con naturalidad luego de criarse en un barrio de fábricas y de ver a sus abuelos trabajar en cerámicas.
Acostumbrado a trabajar con materiales como la arcilla, el agua, el aire y el fuego para hacer sus trabajos en cerámica y porcelana, este rosarino rescata técnicas tradicionales, artesanales y le gusta meterse en las fábricas para producir allí.
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