El llamado modelo «1 a 1», el cual se viene implementando en Argentina desde la década de los ´90, hace referencia a una computadora por cada alumno. Se dota a estudiantes con ordenadores basados en el sustento del acceso universal a las tecnologías tanto dentro como fuera del ámbito escolar. No consiste solo en un sistema de distribución de computadoras, sino que es un esquema de trabajo y una nueva forma de construir conocimiento.
El modelo 1 a 1 facilita la interacción, la colaboración de un grupo, la formación de una red y la participación de todos los participantes de la red, con una multiplicidad de tareas, tales como buscar información, leer textos, consultar libros, ver imágenes, videos, mapas, tomar fotografías, grabar experiencias, realizar publicaciones digitales; acceso personalizado, directo e ilimitado y, fundamentalmente la ubicuidad ya que se producen y se consumen contenidos en cualquier lugar, lo que facilita el trabajo dentro y fuera de la clase y la movilidad de puestos de trabajo en el aula.
En ese marco, la figura del docente es fundamental y necesaria cuanto más autónoma es la acción de aprendizaje de los estudiantes. Con sus netbooks, estos necesitan una guía y una mediación para el consumo de información, quien será el maestro, aunque no como única fuente del conocimiento. El docente es quien generará cambios al interior del aula y graduará el uso de los equipos de acuerdo con sus propios objetivos, su trayecto de formación personal y la realidad de su clase.
Al decir de Dussel y Quevedo (2010), aún muchos docentes consideran que se les sumó un problema en su trabajo, especialmente por la habilidad de los chicos de manejar la herramienta, tales como abrir páginas, chatear, jugar, mientras se supone que deben estar prestando atención a la clase. Esas habilidades son vividas por los docentes como una dificultad que deben enfrentar. Y, en consecuencia, aparece la sensación de que, en algún sentido, han perdido el control de la situación. Sin embargo, muchas son las estrategias que se pueden implementar en el marco de este modelo:
Enseñar con contenidos educativos digitales
Internet es un gran archivo de información digital y, además, encontramos mucho material en las propias computadoras que traen contenidos cargados, como por ejemplo los equipos del Programa Conectar Igualdad, los cuales traen recursos del portal Educ.ar y el Canal Encuentro. Educ.ar ha producido así el Escritorio del Alumno, el Escritorio del Docente y para las familias, desde donde se pueden acceder a materiales digitales sin necesidad de conexión a Internet. También se pueden usar otros dispositivos, como por ejemplo, CD, DVD o pen drives; además de lo que pueden ir produciendo los mismos alumnos y docentes. Las contenidos digitales son muchos, variados y editables, es decir, se puede copiar, pegar, reeditar y mezclar en nuevos contextos; nunca es definitivo y siempre puede ser corregido y mejorado.
Enseñar con redes sociales
Una red es un sitio de internet que permite a las personas conectarse con sus amigos e incluso realizar nuevas amistades, de manera virtual, y compartir contenidos, interactuar o crear comunidades sobre intereses similares. Twiter, Facebook, entre las más conocidas y usadas por los más estudiantes, son redes que pueden ser usadas con fines didácticos.
Twitter, por ejemplo, permite seguir personas o portales que publiquen mensajes relacionados con temáticas dadas en clase, compartir con estudiantes y otros colegas recursos, propios o ajenos, publicados en la Web, tales como imágenes, videos (Youtube), documentos, presentaciones o archivos encontrados. Incluso permite representar a un personaje; por ejemplo se podría asignar a cada uno de los alumnos un personaje histórico y su tarea consistiría en documentarse acerca de él, y crear una cuenta en dicha red, donde iría twitteando publicaciones introduciéndose en el rol de cada personaje. Otros usos posibles podrían ser debatir temas con un determinado hashtag (etiqueta) o para practicar idiomas, traducir frases o conectarse con otros estudiantes extranjeros; más allá de otras posibilidades potenciales como enviar mensajes a los padres. Cada docente, desde su propia disciplina, podrá planificar algunas opciones innovadoras en una herramienta que atrae tanto la atención de los jóvenes.
Enseñar con materiales multimedia
Los materiales multimedia son recursos ampliamente disponibles y fáciles de utilizar en entornos digitales y en internet: videos –películas, programas de televisión–, simulaciones, clips, galerías fotográficas pueden utilizarse como fuentes de saber en todas las disciplinas de la enseñanza secundaria.
Enseñar con trabajos colaborativos
Un trabajo colaborativo es una actividad sostenida por un grupo de personas que realizan tareas diferentes con un objetivo común. A diferencia de los trabajos grupales que están acostumbrados nuestros estudiantes, en esta nueva forma de trabajar, es indispensable la responsabilidad y el compromiso de todos los que participan en el grupo, dado que quedan registrados los aportes que cada uno va realizando. De esa manera, no sólo el trabajo, sino también la evaluación, será individual y grupal, rescatando las participaciones y las ideas que van subiendo a la red.
Estos espacios son muy interesantes para los estudiantes y para los docentes porque los primeros, los jóvenes, deben negociar con otros qué y cómo escribir; es decir, la colaboración es mucho más que escribir un poco cada uno, y para los segundos, es una instancia de seguimiento porque permite identificar quién, cómo y en qué momento hace su aporte y, a su vez, hacer ajustes sobre su propia práctica; es decir, es un potencial para reflexionar y evaluar al alumno, a sí mismo y a su propia planificación.
Por Carina Cabo - Especialista en TIC y Educación superior
Imagen: mylittleawesomethings.blogspot.com