De chicos somos como esponjas e incorporamos todo el conocimiento que hay a nuestro alrededor. De grandes, y una vez que uno se consolida en un trabajo, suele estancarse a la hora de aprender nuevos saberes.
Una de las cosas que distingue a las personas exitosas del resto es que nunca pierden la motivación y están siempre interesadas en seguir aprendiendo. Además, estas personas siguen ciertas reglas que con el tiempo se convierten en hábitos y que les garantizan un buen resultado. El portal Universia destacó las seis principales.
Menos memoria, más interpretación: buscan identificar patrones que le permitan conectar las ideas, lo que les facilita la retención de información a largo plazo.
Focalización: cuando están aprendiendo se concentran en ello y evitan distracciones con el celular o la computadora. De este modo, el tiempo invertido es optimizado.
Repetición de conceptos difíciles: la práctica hace al maestro, dice el refrán, y en este caso permite una mejor asimilación del conocimiento.
Consultar a los que saben: buscar referencias en los expertos en un campo permite ahorrar tiempo y esfuerzo.
Más tiempo no significa necesariamente mejores resultados: no se trata sólo de leer por mucho tiempo sobre el tema que se busca aprender, sino de hacerlo bien, incorporar primero las reglas básicas y luego ir avanzando sin distracciones.
Mejora constante: las personas exitosas no se consideran expertas porque saben que siempre quedan cosas por aprender, mejorar y cambiar.
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