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Inteligencia múltiples… ¿cuál es la mía?

Carina Cabo, especialista en Educación, realiza un análisis de lo educativo a partir del concepto de «inteligencias múltiples» de Howard Gardner

Howard Gardner definió ocho tipo inteligencias y afirma que todos poseemos cada una de ellas y tenemos la capacidad de desarrollarlas hasta un nivel razonable de rendimiento si recibimos el apoyo y la formación adecuada. Ninguna inteligencia existe por sí sola y siempre interactúan entre sí. La cuestión es cómo se desarrolla en la vida de cada uno en relación con su contexto.

Según Amstrong, al inteligencia es un concepto funcional que se desarrolla en cada una de las personas de muy diversas formas y, no solamente, de forma lingüística o lógico-matemática, campos más reconocidos en la escuela. Por ello, necesitamos docentes que conozcan las características de cada una de las inteligencias para valorar las potencialidades y limitaciones en cada uno de los estudiantes.

Inteligencia lingüística

Para las personas que tienen este tipo de inteligencia los libros son importantes y prefieren más la radio o un audio que la televisión o las películas. Le gustan los juegos de mesa de palabras, entretenerse o entretener a los demás con trabalenguas, rimas, etc. En la escuela prefieren lengua y la literatura, las ciencias sociales y la historia, antes que matemática y ciencias naturales. Aprender a hablar otra lengua es sencillo.

Las personas muy lingüísticas piensan en palabras; les gusta leer, escribir, explicar historias, los juegos de palabras; necesitan libros, objetos para escribir, papel, periódicos, diálogo, conversación, debates, historias.

Inteligencia lógico-matemática.

Son personas capaces de calcular operaciones mentalmente sin esfuerzo. La matemática es la asignatura favorita. Le gustan los juegos y acertijos que exigen pensamiento lógico y buscan una explicación racional a todo. Prefiere que todo esté a medida y cuantificar las cosas.

Inteligencia espacial.

Son personas sensibles al color. Prefieren una cámara de fotos o una videocámara para captar lo que ven a su alrededor. Le gustan los rompecabezas, los laberintos y demás juegos visuales.
En general, son capaces de orientarse en un lugar desconocido y les gusta dibujar. En la escuela prefieren la geometría al álgebra y material de lectura con muchas ilustraciones.
Las personas muy espaciales piensan en imágenes; les gusta diseñar, dibujar, visualizar y necesitan arte, piezas de construcción, vídeos, películas, diapositivas, juegos de imaginación, laberintos, puzzles, libros ilustrados y visitas a museos de arte.

Inteligencia cinético-corporal.

Son las personas que practican algún deporte o actividad física de forma regular y les cuesta permanecer quieto durante mucho tiempo. Les gusta trabajar con las manos en actividades como coser, tejer, tallar, carpintería, maquetas, etc. y pasar el tiempo de ocio al aire libre. Acostumbran a gesticular mucho o utilizar otras formas de lenguaje corporal cuando hablan con alguien. No les basta con leer información o ver un vídeo sobre una nueva actividad, necesitan practicarla. Las personas muy cinéticas-corporales piensan a través de sensaciones corporales; les gusta bailar, correr, saltar, construir, tocar, gesticular; necesitan juegos de rol, teatro, movimiento, juegos de construcción, juegos físicos, experiencias táctiles y aprendizaje manual.

Inteligencia musical.

A estas personas les gusta la música; perciben cuando una nota musical está desafinada y, en general, tocan un instrumento musical. Pueden seguir fácilmente el ritmo de un tema musical y conocen la melodía de numerosas canciones. Con sólo escuchar una canción una o dos veces son capaces de reproducirla. Son quienes acostumbran a producir sonidos rítmicos con golpecitos o cantar mientras están trabajando. Las personas muy musicales piensan a través de ritmos y melodías; les gusta cantar, silbar, canturrear, crear ritmos con los pies y las manos, escuchar, asistir a conciertos.

Inteligencia interpersonal.

Son las personas que prefieren los deportes de equipo más que los individuales. Ante un problema tienden a buscar la ayuda de otra persona en lugar de resolverlo solo. Tiene muchos amigos. Disfrutan enseñando a otra u otras personas algo que saben hacer. Se sienten cómodos entre la multitud y participan en actividades sociales relacionadas con el trabajo o con la comunidad.
Las personas muy interpersonales les gustan liderar, organizar, relacionarse, manipular, mediar, asistir a fiestas; necesitan amigos, juegos en grupo, reuniones sociales, actos colectivos, clubes.

Inteligencia intrapersonal.

Habitualmente dedican tiempo a meditar a reflexionar o pensar en cuestiones importantes de la vida. Suelen asesorarse para aprender a conocerme más y tienen una visión realista de mis puntos fuertes o débiles. Tienen objetivos vitales importantes en los que piensa de manera habitual. Prefieren la soledad a la compañía y piensan en relación con sus necesidades, sentimientos y objetivos. Disfrutan de proyectos propios y decisiones.

Inteligencia naturalista.

Son quienes disfrutan pasear en plena naturaleza y tener animales en su casa. Les gusta leer libros o ver programas de televisión relacionados con la naturaleza. Y, cuando están de vacaciones, prefieren lugares naturales que hoteles o complejos turísticos.

Las personas muy naturalistas piensan a través de la naturaleza y las formas naturales;
les gusta criar animales, cuidar del planeta, necesitan oportunidades para relacionarse con animales y herramientas para investigar la naturaleza.

En la escuela, para conocer las inteligencias de los alumnos podemos averiguar en qué invierten su tiempo libre o ver qué eligen cuando en clase se les da varias posibilidades de trabajo. También se puede consultar a los profesores de otras áreas, hablar con los padres o preguntar al propio alumno y consultarles qué prefieren cuando se organizan actividades especiales. Todo es cuestión de diálogo y apertura a una nueva mirada de la clase.

Por: Carina Cabo, especialista en Educación.

Imagen: www.viu.es