Hoy los niños y adolescentes miran pantallas, recorren millones de datos a través de colores, figuras e imágenes. Es más fácil recordar lo que se ve. La memoria visual es la capacidad que permite traer al frente un concepto que, aunque teórico, se visualizó. Ya no son sólo los niños y adolescentes los que prefieren la imagen sino los adultos quienes la empiezan a adoptar también.
La visualidad permite ver patrones, proporciones, variables, en los datos. En definitiva, relaciones entre los datos que, de otro modo, no se lograrían comprender si uno no es especialista en tablas y gráficas usadas en las ciencias duras.
Se ha hablado de la era de la obesidad informativa, de la infoxicación. Esto significa que la información nos llega en cantidades infinitas y no sólo hay que pulirla sino que es necesario limitarla. Un modo de hacerlo es lograr hacer sinopsis de los conceptos que ésta conlleva. Mucha información, punteamos los conceptos más importantes y los «dibujamos». Se une un hecho: la llegada de mucha información, con el «idioma» que los estudiantes manejan y se llega a la conclusión de que la visualidad es una solución para esta ecuación.
La capacidad creativa del docente no es lo que está en juego, sino todo lo contrario. Lo que las TIC permiten es, justamente, que ésta no se vea limitada sino más bien enriquecida. Si se toma un ejemplo con la asignatura de historia, el docente se plantearía cómo se puede exponer, sin las herramientas tecnológicas, en una misma hoja no sólo un capítulo, la revolución de mayo, sino cómo exponer toda la historia argentina.
Eso es Big data. Una cantidad de datos, de data, de información que sobrepasa los límites de la hoja de un cuaderno. Es por este motivo que la visualización de datos, desde una perspectiva tecnológica, es indispensable. Las visualizaciones de datos pueden también explicar las relaciones y tensiones entre los actores de un conflicto. Mediante la mezcla de datos estadísticos, la visualización revela juegos de fuerza y poder que bien podrían ayudar a entender la historia argentina u otra problemática, de otra asignatura. Un claro ejemplo de visualización de la información es la infografía (no siempre interactiva).
La visualización interactiva permite, entonces, más información y la posibilidad de ir mostrando más o menos a medida que el usuario lo va pidiendo. Se insiste: es tanta la información que llega, que no hay modo de mostrarla, exponerla sin una estrategia de síntesis y de «almacenamiento». Las visualizaciones interactivas permiten adentrase en aquellas bases que permanecen en el subsuelo. Mediante filtros, se va explorando otros datos que no aparecen en una primera vista. Nuevos datos van apareciendo y se van consultando a medida que se hace un click más. De otro modo, la información deviene confusa, mucha, imposible de memorizar y, peor aún, de comprender.
Fuente: Educ.ar Imagen: Archivo de imágenes
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