El convenio, firmado en diciembre pasado entre el Rector, Prof. Darío Maiorana y el Padre Ignacio, de la Fundación Cruzada del Espíritu Santo procura realizar actividades conjuntas, tendientes al desarrollo cultural, extensión universitaria y la formación de recursos humanos.
En este sentido y atendiendo a los principios constitutivos expresados en el Estatuto de la UNR, desde el Área de Proyectos Especiales de la Secretaría de Relaciones Intersectoriales, y observando fundamentalmente el espíritu de “Afirmar y sustentar su compromiso social a través de todo tipo de prestaciones e interrelaciones con los distintos sectores de la sociedad”, se ejecutan proyectos de servicio solidario, en comunidades con escasos recursos y dificultades de accesibilidad económica y geográfica, articulando con otros actores sociales para identificar y recepcionar problemáticas comunitarias a fin de transformarlas en demandas para su solución y mejoramiento de la calidad de vida.
Por este motivo, la UNR otorga apoyo nutricional a los niños de la comunidad de Remanso Valerio, de la vecina ciudad de Granadero Baigorria, en el ámbito del Comedor Comunitario que lleva el mismo nombre que el barrio, dependiente de la Fundación del Padre Ignacio.
Este proyecto se implementó desde febrero 2013, bajo el nombre: “Entrega de Certificados de Salud: una oportunidad para el abordaje integral de la salud”. Durante el presente año en el período febrero/ marzo, coincidiendo con el inicio del ciclo lectivo, nuevamente se está desarrollando en la comunidad de Remanso Valerio.
Esta iniciativa iniciada en 2008, a cargo de la Dra. Ma. de los Ángeles Zilli y la Lic. Gladys Linares depende del Área de Proyectos Especiales de la Secretaría de Relaciones Intersectoriales de la Universidad, a cargo del Arq. Héctor Peiró.
Tiene por objetivo facilitar el acceso de la población escolar a la entrega de certificado de salud, para la presentación de dicho certificado al inicio del ciclo lectivo, cumplimentando lo establecido en la legislación provincial vigente.
Prioriza la integralidad en el abordaje de la salud mediante la realización de una evaluación física completa, integrando el trabajo de diferentes disciplinas en un equipo constituido por médico pediatra, lic. en Nutrición y estudiantes avanzados de Medicina con el título intermedio de Promotores de Salud, desde el marco de la Prevención Clínica a través de intervenciones preventivas, desde el enfoque de protección, vulnerabilidad y riesgo.
Además del recurso humano capacitado se dispone de un equipamiento completo para el armado de dos consultorios móviles en el ámbito físico destinado a la actividad, preservando la privacidad del paciente durante la consulta.
La prolongación en el tiempo de este Proyecto, y la aplicación de la metodología pedagógica de aprendizaje-servicio, que integra la intencionalidad pedagógica y la intencionalidad solidaria, facilitaron la sistematización y análisis de datos, la reflexión y la evaluación grupal periódica, permitiendo el diseño de una nueva modalidad de atención.
Conjuntamente al exámen físico completo, que incluye todos los aparatos y sistemas, según lo requiere el Certificado de Salud, se implementan durante el encuentro con el paciente, actividades de consejería y educación para la salud, tendientes a facilitar el autocuidado, del escolar, adolescente o familiar, promoviendo la participación comunitaria y el empoderamiento en el cuidado de la salud.
Asimismo se realizaron modificaciones en la Historia Clínica Integrada pre-impresa para registrar en forma ágil, precisa e integrativa el accionar de las disciplinas intervinientes en el proceso de atención.
Si bien los escolares concurren una vez al año para obtener su certificado, la calidad de atención brindada y la construcción de registros completos y veraces permiten efectuar en este momento un control completo y exhaustivo de la salud.
Comentar