Esta semana se realizó el IV Congreso Mundial de Scholas en el Vaticano y el Papa Francisco expuso un plan inédito para transformar la educación mundial con su red Scholas Ocurrentes, que hoy cuenta con 400.000 escuelas y redes de escuelas de los cinco continentes.
Scholas Ocurrentes es una red mundial de escuelas que se conectan a través de internet por la herramienta Scholas Social. La mayoría son públicas y profesan todas las confesiones, lo que la hace no solo la red más numerosa, sino la más variada. Las escuelas comparten los proyectos que desarrollan de manera aislada y hacen sinergia entre ellas.
José María Del Corral es hoy el director ejecutivo mundial de Scholas Ocurrentes y la mano derecha de Francisco en temas educativos desde que Jorge Mario Bergoglio aún era arzobispo de Buenos Aires. Durante ocho años Del Corral viajó por el mundo para presentar Scholas, pasando por las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Esta revolución educativa es una idea del papa Francisco que arrancó el 13 de agosto de 2013 con el convencimiento de que el mundo podía cambiar solamente a través de una transformación en la educación. Ya se había probado una experiencia similar a menor escala cuando Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires, durante la crisis económica, cultural y política que se desató en el 2001 en Argentina. Esa coyuntura llevó a Bergoglio a crear el programa «Escuela de vecinos», donde adolescentes de escuelas públicas y privadas y de distintas confesiones religiosas generaban cambios en la sociedad desde sus barrios y a través de experiencias compartidas.
Como explica Del Corral, las Escuelas de Vecinos significaban pensar que el cambio pasaba por la educación, pero no haciendo más de lo mismo. No era hacer más «escuelas gueto», «escuelas tupper», escuelas para adentro, sino al contrario: juntar escuelas. Juntar escuelas públicas y privadas, de distintas religiones, de distintos niveles sociales, y que los chicos empezaran a ser vecinos, planteando sus problemas reales -drogas, alcohol, inseguridad, violencia-, no los que bajan de los diseños curriculares. Y a partir de esos problemas reales, investigando, trabajando, yendo a la calle, haciendo entrevistas, hablando con los políticos, sacar conclusiones y exigir los cambios.
Este fenómeno que Bergoglio vio también en Buenos Aires se multiplicó muy rápido, porque la primera experiencia fue con 70 chicos de cuatro colegios parroquiales. A los cuatro años ya había 7000 chicos haciendo lo mismo y se fue ampliando.
Las líneas de trabajo de Scholas son cuatro: la primera es llevar un valor como la paz a todo el mundo, como ha sido representada en el árbol del olivo que plantaron en varios espacios, por ejemplo, los partidos de fútbol, como en el de Colombia-Ecuador en Barranquilla, por las eliminatorias al mundial de Brasil.
Las otras líneas son la ciudadanía, a partir del despertar ciudadano de los alumnos del mundo, para que los jóvenes sean protagonistas del cambio y dejen de ser habitantes pasivos; la tercera es conocer y unir los proyectos, y la cuarta, la construcción del aula virtual a través de la red.
Dentro de las actividades que realizan para difundir las ideas, el deporte, y en particular el fútbol ha sido un pilar fundamental en este emprendimiento, para que esa aula global de la integración virtual, en la cual los chicos no tienen contacto físico, no sea estéril. El deporte es la herramienta fundamental del encuentro con los otros, porque enseña a trabajar en equipo, disciplina, liderazgo y autoridad, entre otras.
El otro elemento es el arte, que permite a los jóvenes encontrarse con ellos mismos, con sus sentimientos, con lo que los trasciende. La triada de esta revolución educativa que propone Scholas se completa con la tecnología.
La idea central de Scholas es que no se puede seguir metiendo a los chicos en un sistema que no fue pensado para ellos, porque los encierra en cuatro paredes a escuchar el discurso de un adulto que va cambiando cada hora con cada clase.
En vez de forzar a los pequeños a ir a la escuela, se debe pensar en la educación real para el chico de hoy. Por eso la utopía es formar un aula virtual global. El chico de hoy nace con la tecnología, la traen incorporada en su cerebro, en su psiquis, en su ADN.
Scholas se trata del proyecto más importante de Francisco que está convencido de que el mundo está en crisis y que la solución pasa por la educación. Numerosas organizaciones lo apoyan y colaboran como Unicef, Fifa, Concacaf y Conmebol.
Fuente: www.scholasoccurrentes.org
Imagen: revistaeducacionvirtual.com
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