El 60% de los países miembros de la Unesco aseguraron que «no mejoró» la participación de las personas con discapacidad, los inmigrantes o las personas privadas de su libertad en los procesos de enseñanza y detallaron que la inclusión de los adultos mayores «también disminuyó en un 24%» entre los 159 países encuestados, según el Quinto Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de personas adultas realizado por ese organismo internacional.
Si bien más de la mitad de los países reportaron un aumento en la participación en el aprendizaje y la educación de adultos desde 2018, «los desafíos persisten», señalaron desde la organización, y apuntaron que la participación general en el aprendizaje y la educación de adultos «sigue siendo insuficiente».
Grupos vulnerables
La Unesco mostró que los grupos «desfavorecidos y vulnerables», entre los cuales incluyó a estudiantes indígenas, poblaciones rurales, migrantes, personas adultas mayores, personas con discapacidad y personas presas, «se ven privados de acceso a las oportunidades de aprendizaje».
El informe fue difundido en el marco de la Séptima Conferencia Internacional sobre la Educación de Adultos que comenzó el pasado 15 de junio en Marruecos y concluirá este viernes.
El informe mundial tiene como objetivo supervisar el grado en que los Estados miembros de la Unesco ponen en práctica sus compromisos internacionales en materia de aprendizaje y educación de adultos.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, instó a los gobiernos y a la comunidad internacional a que «actúen para garantizar que el derecho a la educación se haga realidad para todos, independientemente de su edad, de quiénes sean o de dónde vivan», según el comunicado.
«Los rápidos cambios tecnológicos y sociales, así como los enormes desafíos mundiales, exigen que los ciudadanos tengan acceso a nuevos aprendizajes a lo largo de su vida», concluyó Azoulay.
Tras señalar la importante brecha entre los Estados en la financiación pública del aprendizaje y de la educación de adultos, la Unesco señaló que 22 de 146 países asignan el 4% o más del gasto público a la educación de adultos, mientras que 28 gastan menos del 0,4%, consignó la agencia italiana ANSA.
Entre los Estados miembros que no brindaron información respecto al gasto en esa materia estuvieron la Argentina, Barbados, Bulgaria, Saint Kitts y Nevis, y Suiza, y, según el informe, la principal razón aducida fue «la naturaleza descentralizada de la financiación de la educación».
Por otra parte, entre las formas «más comunes» de impacto del coronavirus en el aprendizaje y educación en los adultos en los países participantes, el documento enumeró: la interrupción del aprendizaje presencial, el cierre de proveedores de educación, participación y financiación reducidas, calidad comprometida y mayor desigualdad.
La Séptima Conferencia Internacional de Educación de Adultos (Confintea VII) tiene como objetivo que participantes de todo el mundo realicen un balance de los logros en materia de aprendizaje y educación de adultos, para elaborar un nuevo marco de acción para que el aprendizaje y la educación de adultos.
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