Seis satélites argentinos de observación de la Tierra fueron lanzados al espacio desde la creación de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) en mayo de 1991, organismo que celebra sus primeras tres décadas avanzando en el diseño de un lanzador espacial de desarrollo nacional y en la construcción de una estación terrena en la base antártica argentina más cercana al Polo Sur.
Estos 30 años de historia espacial argentina y los proyectos hacia el futuro de la Conae son presentados en el libro digital «Mirar la Tierra desde el Espacio», que ese organismo científico publicó en su página web y que incluye fotografías inéditas junto a testimonios de distintos protagonistas del desarrollo tecnológico nacional.
La CONAE lanza “Mirar la Tierra desde el Espacio”, el libro digital que reúne los testimonios de los principales protagonistas de la agencia espacial argentina a lo largo de sus 30 años de historia. pic.twitter.com/9Aa3ctiCYT
— CONAE (@CONAE_Oficial) November 29, 2021
El director Ejecutivo y Técnico de la Conae, Raúl Kulichevsky, afirmó que «en la historia espacial argentina hubo otros organismos antes que la Conae, entre ellos la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) que dependía de la Fuerza Aérea, que comenzaron el desarrollo de un nuevo campo en Argentina; pero desde la creación en 1991 como organismo civil se logró alcanzar un gran reconocimiento internacional e importantes avances gracias a una trayectoria de objetivos claros, cooperación y una fuerte apuesta al desarrollo nacional».
«La Conae nació en 1991, pero un hito fundamental fue la presentación del primer plan nacional de acceso al espacio en 1994, que fijó metas y puso a la investigación espacial al servicio del desarrollo económico nacional; gran parte de los logros que podemos mostrar se deben a que estos 30 años de trabajo tuvieron esa planificación y por eso también en estos momentos estamos trabajando en una actualización de ese plan fijando objetivos hacia el 2030», apuntó.
Kulichevsky sostuvo que «Conae trabaja en una asociación muy importante con organismos con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) o el Instituto Nacional del Agua para generar información que puede aplicarse para monitorear cuencas hídricas, prevenir incendios forestales, relevar actividades de pesca ilegal en el Mar Argentino, sobre dengue para autoridades sanitarias o registros climáticos que son muy útiles para la producción agropecuaria».
«Las misiones de la Conae también impulsaron a Invap, que es nuestro contratista principal, a desarrollar el campo de la tecnología satelital; y esto le dio una madurez a ese sector en el ámbito local para que surjan nuevas empresas como Satellogic y otras que ayudan a consolidar el desarrollo espacial en el país, como por ejemplo una empresa que comenzó el desarrollo de microlanzadores y a la que estamos apoyando», añadió.
El funcionario ponderó que «en estos 30 años también se construyó un intangible muy valioso que es la pasión de la gente, que es algo que traían los precursores que ya no están y que forma parte de la visión que se ha ido trasladando siempre. Hoy, para un joven es mucho más concreto pensar un futuro en la actividad espacial, porque puede ver que en su propio país puede sumarse a proyectos que son innovadores a nivel internacional».
«Hacemos un enorme trabajo para sostener la capacitación constante del recurso humano a través de cursos de posgrado que se brindan en el ámbito de la Conae, pero también apostamos mucho al futuro a través del programa 2MP con el que aspiramos a llegar a dos millones de pibes con capacitaciones para que incorporen datos satelitales en sus actividades educativas; para eso vamos a las escuelas y también organizamos capacitaciones para docentes», indicó.
Kulichevsky anticipó que «el futuro de Conae tiene por delante a la misión SABIA-Mar con un satélite de observación que ya está avanzado, al desarrollo del vehículo lanzador Tronador II que nos permitiría inyectar satélites en órbitas bajas, al diseño de satélites de arquitectura segmentada que abaraten y simplifiquen el acceso al espacio, y también a la instalación de una nueva estación terrena en la base Belgrano II de la Antártida Argentina».
Sobre este punto, el funcionario enfatizó que «hay muy pocos países que dispongan de estaciones terrenas para telecomando y bajada de datos satélites tan cerca de los polos terrestres, algo que es muy importante para la operación de satélites de observación como los SAOCOM; este año estamos licitando la construcción de las bases para las antenas, que se emplazarían en el verano 2022, mientras que aspiramos a colocar las antenas en el verano 2023».
«Una vieja aspiración de la Conae es la consolidación de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio, algo en lo que vamos a avanzar porque entendemos que hay muchos proyectos que nos benefician a todos y que son difíciles de concretar en soledad; por ejemplo, creemos que el primer proyecto en el que todos aportemos debería ser el desarrollo de un satélite meteorológico regional cuyos datos impulsen el crecimiento de todo el cono sur», completó Kulichevsky.
El libro digital «Mirar la Tierra desde el Espacio» cuenta los comienzos de la Conae y del plan estratégico que conduce, junto a aportes de las principales autoridades de las agencias internacionales que acompañan mediante acuerdos de cooperación, el desarrollo de las misiones espaciales argentinas, así como de referentes que utilizan la información satelital, y de organismos y empresas que participan en el desarrollo de la tecnología y la fabricación de los satélites y vehículos lanzadores nacionales.
PARA DESCARGAR EL LIBRO
El libro está disponible para su descarga en la web de Conae a través del link: https://www.argentina.gob.ar/ciencia/conae/30-aniversario
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