El diputado nacional de San Luis por la UCR Alejandro Cacace se comprometió a intervenir en las “decisiones presupuestarias”, para hacer efectiva la aplicación de la educación intercultural bilingüe en el país, al considerar que se trata de un derecho que está garantizado en la Constitución Nacional.
El legislador hizo estas consideraciones tras participar de la ceremonia del Año Nuevo Huarpe Pynkanta, que se realizó en esta capital, en la tarde de ayer.
Se trata de la despedida del ciclo vivencial de ese Pueblo-Nación, que culminará el próximo lunes, en el territorio ancestral del Junquillal, punto tripartito entre San Luis, San Juan y Mendoza, con la “salida del nuevo sol”.
Cacace dijo que el encuentro lo interpeló porque “en el Congreso tenemos que tender a la protección de los derechos de las naciones originarias que está en lo programático, pero no se cumplen de forma efectiva”.
Sobre esos derechos, el legislador apuntó que hay “ciertas responsabilidades que corresponden a las autoridades ejecutivas, a la administración, al gobernador (Alberto Rodríguez Saa), al Presidente (Alberto Fernández), a los intendentes, porque está legislado y no se cumple, a veces porque no se establecen los recursos necesarios”.
“El asunto de cumplir con la educación intercultural bilingüe tiene que ver con una cuestión de recursos, de poder pagarle a los docentes para establecer las capacitaciones y la formación y eso tiene que ver con las designaciones presupuestarias y en eso claramente podemos intervenir. Lo que queremos reafirmar es el compromiso de defender un derechos garantizado en nuestra Constitución”, subrayó.
Por su parte, el Omta Samay Pachay, Roque Miguel Gil, máxima autoridad tradicional del Pueblo Huarpe Pynkanta, indicó que celebrar en la urbanidad, lejos de su territorio ancestral “es muy fuerte”, como también escuchar de un diputado Nacional por San Luis, la decisión de apoyar “lo que establece la Ley nacional, provincial y municipal”.
“Que reciban nuestro pedido de guardianar al monte, con carteles que protejan nuestra flora autóctona es mágico y único”, dijo al referirse a un petitorio que distribuyó Takteky, un niño Huarpe, durante la ceremonia, en el que se reclamaba una señalectica “para identificar plantas nativas que son el alimento y la medicina de las comunidades” y de esa manera asegurar “su supervivencia la recolección de sus frutos”
La ceremonia se realizó en la denominada Plaza del Cerro, un lugar alto de la ciudad, rodeado de monte nativo que funciona como espacio de recreación para una populosa barriada ubicada al este de la ciudad.
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