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Hoy Google homenajea a Keith Haring.

Su obra se encargó de transmitir a sus contemporáneos el espíritu de la generación pop que gobernaba Estados Unidos en la década de los 80.

Keith Haring nació el 4 de mayo de 1958 en Reading, Pensilvania. El mismo despuntaba ya de pequeño como perfeccionista dibujante, tomando de los dibujos animados y de la televisión de le época todos aquellos detalles que le inspiraban y hacía mejorar año tras año. Procurando no descuidar su preparación, estudió arte en la Ivy School of Art de Pittsburg, mientras se encargaba de serigrafiar camisetas como método de sustento.

Las figuras que pintaba Haring consistían en una mezcla de elementos sexuales, perros, platillos volantes, televisiones y referencias a la energía nuclear o bebes gateando. Siempre se buscaba la referencia a temas como le poder o el miedo a la tecnología.

Entre 1978 y 1979, Keith Haring entró a formar parte de la Escuela de Artes Visuales de Nueva York. Allí coincidió con Keith Sonnler y Joseph Kossuth, dos figuras claves en su desarrollo como artista y que tuvieron muchísimo que ver en lo que se convertiría al cabo del tiempo. Estos incitaron a Keith Haring a que experimentara con colores, formas y expresiones.

De esta forma el nombre Keit Haring comenzó a sonar entre todos los rincones del mundo del arte. El Club 57 de Manhattan supuso un punto de inflexión para lo que iba a ser su carrera. En este emblemático lugar realizó en el verano del 79 una performance que recibiría el nombre de Poetry-Word-Things. Y entrada la década de los 80 su ascensión fue imparable.

El arte, la música y la moda se conviertieron en la obsesión de Keith Haring, hasta tal punto que se comprometió en combinarlas para crear una obra perfecta, perceptible por casi todos los sentidos del ser humano. Platillos volantes, personas y perros, animales y figuras danzando fueron sus objetos preferidos para ilustrar.

Utilizaba soportes como papel, fibra de vidrio, lienzo, piezas de acero esmaltado, camisetas, vasos y vaciados en escayola. El arte esquimal, africano, maya y de los aborígenes, así como la caligrafía china, entre otros, fueron sus fuentes de inspiración.

También pinto murales, esculturas, posters y pintura corporal constituyeron los soportes sobre los que se extendió su indudable éxito comercial. Incluso en 1986, su fama era tal, que pintó uno de los trozos del muro de Berlín.

En 1988 se le diagnosticó SIDA y un año más tarde abrió la fundación Keith Haring para apoyar a los afectados por el virus. Luego en 1989 creó la Fundación Keith Haring, que se preocupaba de paliar y poner remedio a todas las lacras y el 16 de febrero de 1990, en New York, su vida se apagó para siempre.

Fuente: http://www.sentidog.com