Los científicos del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) anunciaron que habrían encontrado un elemento considerado el «eslabón perdido» de la física moderna, conocido como bosón de Higgs o «partícula de Dios». La noticia ha provocado una gran euforia en el mundo de la ciencia ya que, de confirmarse, sería un hallazgo revolucionario, equivalente a la teoría de la relatividad de Albert Einstein.
Con el fin de esclarecer dicho hallazgo el físico Andrés Aceña explica la trascendencia del descubrimiento anunciado por los científicos que trabajan en el Gran Colisionador de Hadrones europeo, conocido como «la máquina de Dios».
«Hoy existen dos teorías dentro de la física para explicar el mundo: por un lado, la de la relatividad y, por el otro, el modelo estándar de partículas. El modelo es el que describe la materia que hay en el universo y tiene varias partículas fundamentales que serían los bloques de los que se compone todo el resto. Hace aproximadamente 50 años, se le dio forma final a la teoría y, cuando la elaboraron, lo hicieron como una teoría final del campo electromagnético, que es sólo una pequeña parte de lo que conocemos. Ahí se decide generalizar el modelo al resto de las partículas que se conocen, no sólo el fotón, que es la luz.
Cuando se hace esta generalización se descubre que estas partículas no tienen masa, y eso es contrario a la experiencia, uno sabe que las cosas tienen masa. Ahí había dos opciones: modificar la teoría o descartarla. Como funcionaba muy bien en ciertos rangos, entonces se les ocurrió un mecanismo al que llaman mecanismo de Higgs, por el cual se postula que existe otra partícula que permite, que al interactuar con ella, las demás partículas que conocemos obtengan masa. Esto tiene la gran ventaja de solucionar el problema de la masa, pero a la vez suma otro problema: agrega algo que no se sabe si existe, que en realidad no se ha visto nunca» explicó.
«Ahora bien hay dos razones por las cuales es tan difícil encontrar el bosón de Higgs. Una es que es una partícula relativamente masiva: es energética, tiene 133 veces más energía que un protón. Eso quiere decir que para generar esa partícula hay que concentrar esa cantidad de energía, y con un aparato muy chico no alcanza. Y por otro lado, el bosón de Higgs vive muy poco, dura muy poco en ese estado y se transforma en otras cosas. No se puede detectar el bosón en sí mismo, lo que se detecta es el producto del decaimiento del bosón, lo que sale de ahí. Y son muchas cosas, muchos subproductos y muchas probabilidades de que sean distintas cosas. Entonces hay que hacer muchos experimentos para encontrar la “firma” del bosón de Higgs» subrayó el científico.
Finalmente destacó que para confirmar que lo que se encontró sea el famoso bosón de Higgs, hay que ver cómo interactúa, el mismo, con el resto de las partículas, que genere ciertas reacciones. «Es necesario comprobar si esas probabilidades se están dando en la razón correcta. Ya se sabe que es un bosón, pero ahora hay que ver si se comporta de la forma que se espera para un bosón de Higgs. Podría ser otra cosa, pero es muy tentador como candidato a bosón de Higgs. Lo que se estaba buscando está en el rango de energías que se esperaba encontrar» concluyó Aceña.
Fuente: Infouniversidades
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