Como docentes, tenemos la posibilidad —y la responsabilidad— de enseñar a nuestros estudiantes no solo a pensar, sino también a sentir, comunicar, cooperar y decidir con conciencia.
En esta guía, te compartimos ideas concretas y herramientas simples para llevar el ASE al aula, sin necesidad de grandes recursos, pero sí con intención y constancia.
🎯 1. Comenzar por uno mismo
Clave: El punto de partida del ASE es el propio docente.
- Observá tus emociones: ¿Cómo reaccionás frente al conflicto, la frustración o el silencio en el aula?
- Modelá con el ejemplo: Los estudiantes aprenden más por lo que ven que por lo que se dice.
- Hacé pausas para registrar cómo estás antes de entrar al aula. Un docente equilibrado contagia calma.
🧠 2. Dedicar tiempo al clima emocional del grupo
Un aula donde los chicos se sienten seguros, escuchados y respetados es terreno fértil para cualquier aprendizaje.
- Comenzá la jornada con una “ronda emocional” breve: cada estudiante puede compartir en una palabra cómo se siente.
- Establecé acuerdos de convivencia reales y cocreados, no bajados como reglas externas.
- Usá lenguaje emocional: nombrar lo que se siente da poder y reduce conflictos.
🧰 3. Actividades cortas, impacto largo
Podés incluir actividades de ASE sin alterar tu planificación general:
- La caja de las emociones: Caja o frasco donde lxs estudiantes pueden dejar papelitos expresando cómo se sienten.
- Semáforo emocional: Rojo (enojado), amarillo (preocupado), verde (tranquilo). Usalo como dinámica rápida para iniciar o cerrar el día.
- Minuto de silencio o respiración consciente: Ideal después del recreo o antes de una actividad de concentración.
👂 4. Fomentar la empatía y la escucha
No hay educación emocional sin vínculos reales.
- Proponé debates donde se escuchen opiniones diversas, cuidando el respeto mutuo.
- Leé cuentos o casos que planteen dilemas emocionales o morales y discutan en grupo qué harían en esa situación.
- En grupos de trabajo, rotá roles para que todos vivencien distintas posiciones: líder, moderador, cronista, etc.
🧭 5. Promover la toma de decisiones responsables
Tomar decisiones es una habilidad que se entrena.
- Usá situaciones de la vida diaria para pensar en las consecuencias de las acciones: desde un conflicto entre compañeros hasta cómo manejar la presión de grupo.
- Proyectos solidarios o de impacto comunitario permiten conectar emociones, valores y acción concreta.
🧩 6. Integrar el ASE a todas las áreas
El aprendizaje emocional no es una hora extra en la semana, se puede integrar a cualquier contenido:
- En lengua: analizar emociones de los personajes.
- En historia: pensar en decisiones éticas de figuras del pasado.
- En ciencias: debatir sobre dilemas ambientales con perspectiva empática.
🧠 7. Evaluar también lo socioemocional
Sin calificaciones, pero con seguimiento:
- Registro anecdótico de actitudes que muestran crecimiento emocional.
- Autoevaluaciones emocionales: ¿Cómo me sentí esta semana? ¿Qué hice bien en el trabajo en grupo?
- Reuniones de retroalimentación individual o en grupo centradas en la convivencia y el bienestar.
💡 Cierre: enseñar con el corazón no es “blando”
El aprendizaje socioemocional no es opuesto a la exigencia, sino que la sostiene desde otro lugar. Cuando un estudiante sabe que puede expresarse, ser escuchado y manejar sus emociones, aprende mejor y convive mejor.
📎 Recursos sugeridos:
- CASEL (en inglés)
- Juegos teatrales o cooperativos
- Fichas de emociones y tarjetas de comunicación no violenta
- Aplicaciones de mindfulness para chicos (como “Smile and Learn” o “Mindful Powers”)